El algoritmo se equivocó
Aunque el perfil de Bradley Cooper responde al que se ha barajado estos últimos 30 años entre los premiados como mejor actor (44 años, más de un 1,80 m de estatura, piel blanca, ojos azules y pelo castaño), la realidad se mostró rebelde por partida doble con Ha nacido una estrella. Porque también el algoritmo apuntaba que la edad media en el caso del Oscar a la mejor actriz es de 34 años. A partir de datos de esta procedencia científica, Lady Gaga se presentaba a priori como la candidata que más se aproximaba al prototipo femenino. No tanto porque se adaptase con exactitud al retrato medio de las premiadas hasta la fecha–es dos años más joven–, sino porque sus rivales quedaban fuera del patrón histórico por otros factores. Especialmente en el apartado de la edad, ya que aparte de Yalitza Aparicio –de la que los expertos aseguraban que sus posibilidades reales eran escasas debido a su condición de indígena– Olivia Colman, Melissa McCarthy y Glenn Close sobrepasaban por más de diez años la media.
Pese a estar nominado en un par de categorías que afectan directamente a su capacidad profesional (mejor película y mejor actor; sólo le faltó la nominación a mejor director), Bradley Cooper no se vio recompensado por la academia. El algoritmo falló estrepitosamente en la categoría de mejor intérprete, ya que el vencedor Rami Malek muestra otras coordenadas: 37 años, 1,77 m, pelo negro y piel no ortodoxamente clara para Hollywood.
Stefani Germanotta, Lady Gaga para el arte, tampoco tuvo especial suerte si hay que ceñirse a esos criterios apriorísticos ya que la ganadora en la categoría de mejor actriz, la británica Olivia Colman por su papel en La favorita, tiene 45 años ... once más de lo que indicaba el dichoso patrón histórico. Sin embargo, y tal como se predecía en estas mismas páginas, lo que estaba fuera de toda duda es que la cantante/actriz no iba salir de vacío de la gran fiesta del cine. Porque también aspiraba –y aquí sí con innumerables chances– a la mejor canción por su magnífica Shallow, pieza angular de la banda sonora de Ha nacido una estrella. Tanto en el filme como en la intensa interpretación que ofreció anteanoche tras la concesión del premio junto a Cooper, demostró ser una pieza de ardorosa efectividad. / Redacción