El exministro Sebastián se persona en el caso por el espionaje de Villarejo
Miguel Sebastián, que dirigió la Oficina Económica del Gobierno y fue ministro de Industria con José Luís Rodríguez Zapatero, presentó ayer un escrito ante la Audiencia Nacional en el que pide personarse como acusación particular por el presunto espionaje del que fue objeto por parte del excomisario de policía José Manuel Villarejo, supuestamente encargado por el entonces presidente del BBVA Francisco González. El escrito de Sebastián ante el juez Manuel García-Castellón, califica las escuchas como “el mayor escándalo de corrupción corporativa de la democracia española”.
Se basa para ello, según informaron los abogados del ex alto cargo socialista –el bufete Caamaño, Concheiro y Seoane Abogados–, en que “se habrían utilizado recursos del BBVA para la defensa de posiciones internas de poder en perjuicio de los accionistas minoritarios. Las escuchas a personas de la administración pública y del sector empresarial formarían parte del plan del banco para frenar el intento de la inmobiliaria Sacyr de hacerse con la dirección del BBVA.
La demanda se fundamenta en las informaciones difundidas en enero por diversos medios de comunicación “en relación con las operaciones de espionaje y vigilancia realizadas por grupos operativos coordinados por el entonces comisario de policía señor Villarejo, cuyos servicios habrían sido contratados en el año 2004 por responsables del BBVA con el fin de favorecer los intereses económicos del señor Francisco González Rodríguez, entonces presidente ejecutivo de la entidad”. El escrito destaca que esas informaciones “acreditarían que las comunicaciones telefónicas de nuestro representado, en aquel tiempo secretario de Estado y director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, tanto las privadas como las oficiales, habrían sido intervenidas; que, asimismo, habría sido objeto de seguimientos y vigilancias continuados y que, incluso, se llegó a construir un falso relato en torno a su persona con el propósito de desacreditarlo ante los demás e intentar torcer su voluntad”, sostiene el escrito de los abogados.
El exministro también señala en el escrito su malestar por la reacción de la actual directiva del BBVA, banco en el que fue director del servicio de estudios desde 1999 hasta que en el 2003 fue cesado por el propio González. Señala, así, que “ningún representante del banco se ha puesto en contacto con él ni para disculparse ni para informarle de la estrategia a seguir en este caso”.