Cuestión de banderas
Nyon retira a la RFEF un torneo clasificatorio sub-17 por no reconocer a Kosovo
Si ayer conocíamos la sanción a un pelotari por mostrar la ikurriña en una entrega de medallas, hoy es la Federación Española de fútbol la castigada por una cuestión de banderas: por incumplir el protocolo olímpico con la selección kosovar la UEFA le quita la organización del clasificatorio para la Eurocopa Sub-17.
Tercer encontronazo entre España y los organismos deportivos internacionales a cuenta de Kosovo. El último episodio supone un nuevo toque de atención al Gobierno español, por su negativa a reconocer la bandera y el himno kosovares: la UEFA ha retirado a la Federación Española la organización del torneo clasificatorio para la Eurocopa sub-17, que debía disputarse en marzo en Alcoi y Benidorm. Como castigo a la inflexibilidad española y al incumplimiento con el protocolo olímpico, la UEFA ha trasladado los partidos del grupo 5 –del que forman parte España, Kosovo, Ucrania y Grecia– a Suiza, cerca de la sede de la UEFA en Nyon.
El conflicto diplomático-deportivo arranca de la negativa de España a reconocer Kosovo como estado independiente (112 países miembros de la ONU lo reconocen, por 35 que no –sólo 5 de la UE, España, Grecia, Chipre, Rumanía y Eslovaquia–). Este posicionamiento político ya le ha costado varios choques en el ámbito del deporte, pese a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se comprometió ante el COI en noviembre, tras el último conflicto en el kárate, a respetar las bandera y el himno de los deportistas kosovares que compitiesen en España. No ha sido así.
El primero de los vetos deportivos recientes protagonizados por España ocurrió en los Juegos Mediterráneos de Tarragona, en junio del 2018. La bandera kosovar no fue mostrada en la ceremonia de apertura y el nombre del país fue sustituido por el del Comité Olímpico de Kosovo.
La polémica volvió en el Mundial de kárate en Madrid, en noviembre pasado. De nuevo, las autoridades españolas impidieron el uso de la bandera y el nombre del país balcánico: los sustituyeron por los de la Federación Mundial de kárate. No les dejaron ni utilizar la ropa deportiva con el nombre del país. Esta inflexibilidad desembocó en la amonestación y advertencia del COI, que pidió a las federaciones internacionales que no adjudicasen a España la organización de competiciones mientras “los símbolos de Kosovo no sean reconocidos o autorizados”. El aviso se ha hecho realidad.
Tras la polémica del kárate, Pedro Sánchez aseguró que proporcionaría el visado a las delegaciones kosovares y les permitiría usar el himno y la bandera del país, en cumplimiento del protocolo olímpico. El COE y el Gobierno llegaron a un acuerdo con el COI, pero el Ministerio de Exteriores, en manos de Josep Borrell, negó tal pacto. “No ha habido ningún cambio en la posición española. España permite y facilita la participación de deportistas kosovares en dichas competiciones, concediendo los visados cuando estos han sido solicitados, siempre de acuerdo con la carta olímpica y permitiendo la utilización de sus símbolos, banderas e himno”. Una afirmación que no se cumplió ni en Tarragona, ni en Madrid.
El presidente del COE, Alejandro Blanco, rectificó poco después al ministerio de Borrell: “Pese a lo que dice Exteriores, nunca se les ha permitido competir en España bajo su bandera y en el nuevo acuerdo queda clarísimo que ahora sí pueden hacerlo”. Pero tampoco.
AMENAZA DEL COI CUMPLIDA
El COI pidió a las federaciones no conceder a España eventos si no autorizaba los símbolos kosovares