En busca de fármacos nuevos en la ‘deepweb’
Cada año el Centro de Control de Drogas y Adicciones de Europa (EMCDDA) detecta la entrada de un centenar de sustancias psicoactivas nuevas, aunque se nota un descenso por el mayor control en países productores como China. Pero en conjunto se vigilan 670 nuevas sustancias que han llegado al mercado de la droga en estos últimos cinco años. Energy Control, un programa impulsado por la oenegé Asociación Bienestar y Desarrollo, detecta en las discotecas y locales de ocio de toda España una buena parte de ellas. “Probablemente porque tomamos las muestras directamente de los usuarios, no de los decomisos”, explica Núria Calzada, coordinadora de Energy Control. Una parte de esas sustancias tienen su origen en laboratorios que ponen en circulación moléculas fallidas para medicamentos o que sí han funcionado pero que son mucho más rentables en su uso ilegal. “Como abono se puede vender por internet a cualquier parte del mundo. Hasta que lo detecten, claro”, apunta Calzada. Esta realidad tan rica en sustancias, que angustia a los que se dedican a prevenir y tratar la drogadicción y sus secuelas, es a la vez una fuente interesante para la medicina. En la deepweb, esa internet que no está precisamente en las diez primeras entradas de Google, hay quien las prueba y lo explica con detalle. Y de esa narración, la medicina está dispuesta a sacar ideas. “Hay consumidores de drogas que no son adictos, sólo toman lo que ‘necesitan’. Hay quien defiende que ese consumo no adictivo indica una automedicación”, apunta el psiquiatra del hospital del Mar, Víctor Pérez. Y por eso en ese mundo de sustancias nuevas usadas como drogas ilegales puede que se hallen medicamentos eficaces futuros.