Los Mossos cierran cuatro narcopisos en una finca
Vecinos del Raval llevan dos semanas denunciado la aparición de muchas jeringuillas abandonadas en el espacio público
Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana cerraron ayer cuatro narcopisos en un bloque de la calle Reina Amàlia del Raval. A pesar de que cuatro sospechosos ya identificados huyeron por el patio de luces, el principal responsable del negocio fue detenido. Los agentes se incautaron de numerosas dosis de heroína y cocaína y de 4.000 euros. Vecinos de la zona llevaban un par de semanas denunciando que muchos toxicómanos se inyectaban en la plaza Folch i Torres y sus inmediaciones. Algunos abandonaban después sus jeringuillas. Aquí también se encuentran un casal, un instituto y un parque infantil. Para no despertar más quejas vecinales los narcos habían habilitado una habitación para el consumo de drogas.
La investigación de estos puntos arrancó a principios de año. Y es que la gran operación policial de octubre que propició el cierre de 26 de narcopisos también dejó a muchos toxicómanos sin los lugares en los que se refugiaban. Poco a
La convivencia lleva semanas erosionándose en la calle Robador, la plaza Folch i Torres y la zona de Drassanes
poco las zonas calientes del barrio se trasladan. Los vecinos de la calle Robador también llevan un par de semanas denunciando que día sí día no aparecen jeringuillas frente a sus viviendas. Un día en la acera, otro en la papelera junto al parque infantil... En estos momentos muchos padres están renunciando a llevar a sus hijos a los columpios.
La pasada madrugada una pelea en la calle redobló la indignación de los vecinos de Robador. Uno de los contendientes fue detenido. La rápida intervención de dos guardias urbanos impidió que las pedradas tuvieran más consecuencias. Así puede apreciarse en un vídeo registrado desde una finca. Y a medida que la grabación encontró eco en las redes sociales el malestar vecinal se multiplicó a toda velocidad. Muchos entienden que esta pelea es una prueba más de que están perdiendo la guerra que se libra en el barrio por el uso del espacio público.
Y como si fueran miguitas de pan algunos de estos vecinos siguen el rastro de jeringuillas y toxicómanos a ver si encuentran los nuevos narcopisos de su calle. Las sospechas se ciernen sobre dos pisos ocupados, una en la misma Robador y otro en Sant Pau.