Cerrando filas
El Madrid llega al clásico con dudas sobre su nivel de juego y con varios de sus jugadores señalados
Al mal tiempo, buena cara. Esa fue la táctica de Santiago Solari en una rueda de prensa en la que hasta por seis veces se negó a contestar preguntas sobre Gareth Bale y sus últimos desplantes. El enfado del galés por su marginación del once titular monopoliza casi toda la actualidad de un Real Madrid que hoy aborda el primero de los dos clásicos en un clima de nerviosismo.
La situación para los blancos es muy distinta a cuando empataron en el partido de ida, el 6 de febrero. Aquel día, la lectura del equipo fue que el resultado había sido corto para sus méritos y que hubieran ganado en el Camp Nou de haber aprovechado precisamente Bale la última oportunidad. Con aquella semifinal de Copa y la victoria tres días después en el Metropolitano el equipo de Solari llegó a su cenit. Siete victorias, muchas de ellas con buen juego, y un empate que llevaron a un sector del madridismo a un estado de euforia, algo sorprendente para una temporada tan convulsa y con más sombras que claros. Los más osados hablaron de si aún era posible el triplete.
A partir del paso por el Metropolitano llegó la cuesta abajo. Más de sensaciones que de resultados. El equipo ha encadenado tres partidos muy malos de los que de dos salió vivo entre postes y decisiones favorables y polémicas del VAR (Ajax y Levante), y recibió en casa el bajonazo de la derrota liguera ante el Girona, lo que dejó la Liga en chino.
De pronto, Solari vuelve a ser cuestionado (el martes de la semana pasada fue llamado a capítulo por Florentino Pérez en una cena) y demasiados jugadores parecen poco implicados en el proyecto. Ya no son sólo los desplan- tes de Gareth Bale a sus compañeros. También se da prácticamente por perdido a Isco, que hoy se queda fuera de la lista según una filtración ayer por la noche al diario Marca. Los otros descartados son Vallejo, Brahim y Mariano. Otro que atraviesa un pésimo momento es Marcelo, que no juega desde el Camp Nou, pero que hoy podría tener alguna oportunidad gracias a su importancia en la plantilla.
Quien podría jugar hoy también su último partido es Keylor Navas, al que todavía le quedaría la final de la Copa de superar esta ronda su equipo. El costarricense, el portero titular con el que el Madrid ha ganado las tres últimas Champions, está buscando equipo porque no asume bien el haber sido relegado a la suplencia por Thibaut Courtois. La idea del Madrid es que para la próxima temporada el segundo portero sea el ucraniano Andrei Lunin, ahora cedido en el Leganés.
Fiel a su costumbre, Santiago Solari no dio ninguna pista sobre el once de hoy y quiso transmitir la idea de que el equipo ahora mismo es una piña: “Nuestro foco está 100% en el partido. Lo veo en Bale y en el resto de jugadores. Hay muchos lugares donde poner la mirada y nosotros elegimos ponerla en este partido, no en la periferia de lo anecdótico”.
Preguntado si existía temor a Messi, lo negó: “Esa palabra no existe en el fútbol para los que compiten. Nosotros saldremos siempre a dar batalla. La perspectiva del jugador es de disfrute”.
El entrenador argentino sí entró en la última polémica deportiva que atañe a su equipo, el penalti pitado a Casemiro en València: “No queda ninguna duda de que es penalti para quien conozca la regla 12. Entiendo que todos nos metemos con los árbitros cuando fallan, pero meternos con ellos cuando aciertan... Dejémoslos tranquilos”, afirmó.
La palabra miedo no existe en el fútbol para los que compiten. La perspectiva del jugador es siempre de disfrute”
Entiendo que nos metamos con los árbitros cuando fallan, pero cuando aciertan... dejémoslos tranquilos”