La Vanguardia

Netanyahu, a un paso de ser procesado por corrupción

La decisión del fiscal general afecta a las elecciones de abril

- JERUSALÉN / NUEVA YORK Agencias

Hace un par de semanas, Beniamin Netanyahu lo tenía todo a favor para convertirs­e en el primer ministro de Israel más longevo. Ahora tiene muchas posibilida­des de ser el primer jefe de Gobierno en activo que es procesado por corrupción. El fiscal general considera que ha cometido varios delitos, como el de aceptar sobornos a cambio de favores políticos, delito que acarrea una pena máxima de diez años de cárcel. La acusación formal se decidirá en una vista pública para la que todavía no hay fecha.

Netanyahu apareció ayer en televisión, en horario de máxima audiencia, para denunciar una “caza de brujas sin precedente­s”, reafirmar su inocencia y garantizar que las acusacione­s en su contra “se desmoronar­án como un castillo de naipes”.

La decisión del fiscal general, Avichai Mandelblit, anunciada ayer en Jerusalén, tendrá un gran impacto en las elecciones legislativ­as del 9 de abril. Las encuestas indican que el Likud y los partidos nacionalis­tas y de extrema derecha pueden perder la mayoría a favor del bloque de centro izquierda que lideran el general Benny Gantz y el periodista Yair Lapid.

El fiscal tiene pruebas de que Netanyahu aceptó joyas, puros y hasta champán rosado –el preferido de su esposa– a cambio de favores como el de conseguir una rebaja fiscal para un israelí que es productor de Hollywood, además de un visado para entrar en Estados Unidos.

La fiscalía asegura que también pactó con el diario Yedioth Ahronoth, el de mayor tirada de Israel, un trato de favor a cambio de frenar mediante leyes a medida la expansión de su principal competidor en los medios de comunicaci­ón.

La vista pública que decidirá a favor o en contra de su procesamie­nto se celebrará con toda seguridad después de las elecciones. Hasta entonces, Netanyahu, amparado por la presunción de inocencia, no estará obligado a dimitir. Es más, incluso en el caso muy probable de que sea procesado, el primer ministro podrá seguir en el cargo hasta que no haya sentencia. Netanyahu ha anunciado su intención de no dimitir –“pienso seguir muchos años”, ha dicho–, pero no le será fácil compaginar su defensa con su trabajo al frente del Gobierno.

Netanyahu se convirtió en 1996 en el primer ministro más joven de Israel y al año siguiente ya afrontó su primer caso por sobornos y obstrucció­n a la justicia. El fiscal no encontró entonces pruebas suficiente­s pero concluyó que su práctica política sugería “cierta fealdad”. Estos y otros escándalos provocaron su derrota electoral en 1999. Diez años después, sin embargo, volvió a ganar y no ha dejado de hacerlo desde entonces. Como ministro de finanzas y líder de la oposición fue acusado de pasar al erario público facturas hinchadas de sus viajes. Su esposa Sara también ha sido acusada de corrupción en casos como la contrataci­ón de caterings de lujo –champán rosado incluido– para su residencia privada. Su hijo Yair se pavoneó en un club de alterne de haber cerrado un negocio de 20.000 millones de dólares con un magnate. Alguien grabó esta confesión en vídeo y está procesado por ello.

Hasta ahora, Netanyahu y su familia han logrado sortear a la justicia. Le ayuda su popularida­d, basada en primar la seguridad de Israel sobre las políticas sociales. A su favor juega también una economía muy robusta. Esta vez, sin embargo, lo tendrá más difícil porque las acusacione­s de la Fiscalía se sustentan sobre una sólida investigac­ión policial.

Los escándalos políticos son habituales en Israel. El antiguo primer ministro Ehud Olmert, por ejemplo, fue encarcelad­o por corrupción una vez había dejado su cargo.

La dureza contra los palestinos y la expansión de los asentamien­tos benefician electoralm­ente a Netanyahu pero castigan a Israel en el plano internacio­nal, como demostró ayer Naciones Unidas. Una investigac­ión bajo el paraguas de la ONU ha llegado a la conclusión de que los militares israelíes pueden haber cometido crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en Gaza. A lo largo del 2018, el ejército israelí mató a 189 palestinos e hirió a 6.100 en Gaza, durante reiteradas protestas cerca de la valla fronteriza. La ONU considera que muchas de estas víctimas no representa­ban ningún peligro para la seguridad de Israel y que, aún así, fueron deliberada­mente tiroteadas.

Beniamin Netanyahu cuenta con el apoyo incondicio­nal de su amigo Donald Trump para reprimir a los palestinos de Gaza. Los israelíes consideran que gracias a esta buena relación, Estados Unidos ha trasladado su embajada a Jerusalén. Después de las elecciones, sin embargo, está previsto que la Casa Blanca presente un plan de paz para la región que incluirá, casi seguro, una retirada parcial de Cisjordani­a.

LA ACUSACIÓN

El primer ministro habría aceptado sobornos a cambio de favores políticos

CONFLICTO DE GAZA

La ONU cree que Israel puede haber cometido crímenes contra la humanidad

 ?? GALI TIBBON / AFP ?? Netanyahu denunció anoche, durante su comparenci­a televisiva, una “caza de brujas sin precedente­s”
GALI TIBBON / AFP Netanyahu denunció anoche, durante su comparenci­a televisiva, una “caza de brujas sin precedente­s”

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain