El MWC suma otro gran éxito
RESULTABA difícil de creer que el Mobile World Congress (MWC) pudiera superar el gran éxito alcanzado el año pasado. Pero así ha sido en la edición que se acaba de clausurar, tanto en cantidad como calidad de participantes. También parecía difícil mejorar la planificación y organización del certamen, sobre todo en lo que a movilidad se refiere, a causa de la huelga que los trabajadores del metro han llevado a cabo esta semana. Pero, finalmente, el impacto de este conflicto no ha sido tan intenso como se temía. Como consecuencia de todo ello, la principal feria del móvil del mundo se ha superado nuevamente a sí misma y, según los organizadores, ha sido la mejor de su historia. Para Barcelona, desde sus ciudadanos hasta sus autoridades, así como para todos los que han participado en la organización, este éxito es fundamental para revalidar la ciudad como capital mundial del móvil y de toda la tecnología avanzada que lleva asociada y que afecta a todos los ámbitos de la vida.
El MWC ha superado su función de escaparate mundial de la tecnología que más evoluciona, y que mayor impacto tiene actualmente en la sociedad, y se ha convertido también, en su cita anual, en un gran centro de negocios global donde se llega a acuerdos económicos, sociales y políticos de alcance mundial. Hay que tener en cuenta que más de la mitad de los 109.000 visitantes que ha recibido Barcelona este año son altos directivos de sus empresas. La generación de nuevos horizontes de negocio a partir de los teléfonos inteligentes, vinculados a la inteligencia artificial, la internet de las cosas, los robots, los vehículos conectados, los drones, la realidad virtual y, en suma, todas las innovaciones que agitan el sector tecnológico, han estado presentes nuevamente en la edición de este año, donde el desarrollo de las redes 5G ha asumido el mayor protagonismo, ya que son claves para el futuro que viene.
Barcelona, l’Hospitalet y toda su área de influencia han demostrado ya, desde la primera edición celebrada en el 2006 hasta hoy, su capacidad para acoger y organizar uno de los congresos más importantes del mundo. La ampliación de recinto de exposición aprobada por la Fira de Barcelona hará, con toda seguridad, que la alianza con el MWC pueda consolidarse mucho más allá del año 2023, que es cuando finaliza el contrato actual. Pero, como repetimoscada año, conviene no bajar la guardia y pensar siempre en cómo poder mejorarla atención a los visitantes, el alojamiento, el transporte, los servicios y la seguridad. Sólo de esta manera se podrá garantizar la continuidad de este acontecimiento, que no sólo a porta importantes beneficios para la economía y la imagen internacional de la ciudad sino que supone un impulso tecnológico de primera magnitud para todo el tejido industrial y de servicios del país.