Tres presidents
A la vista de la alta fiebre viajera del president Quim Torra, Catalunya precisaría del nombramiento de otro presidente que gobierne para todos los catalanes, los soberanistas y los unionistas. Nunca me habría imaginado que fuese tan fácil gobernar un país con dos presidentes, uno en Bélgica y el otro en cualquier parte detrás de los presos o en Waterloo, pero nunca en su despacho de la plaza Sant Jaume.
Dice el refrán que barco con dos capitanes seguro que se hunde, y si eso no ocurre es porque Catalunya es fuerte y responsable. Yo me atrevería a sugerir nombrar un tercer presidente que llamaría “administrador” para que gobernara para todos los catalanes.
Cuando los objetivos son muy ambiciosos corremos el peligro de obtener el efecto contrario. Quizás deberíamos bajar el listón hasta que la base independentista fuera más amplia, y por los inputs que me llegan se logrará en poco tiempo. Para demostrarlo, una anécdota de mi peluquera: en poco tiempo ha perdido once clientes que han abandonado Catalunya hartos de tantas manifestaciones, huelgas y acoso psicológico.
Quizás también sería bueno estudiar el fenómeno secesionista en Quebec, donde en cuestión de pocos años casi ha desaparecido y donde la pujante ciudad de Toronto se ha llevado el gato al agua frente a Montreal.
JOSEP BALCELLS
Suscriptor
Barcelona