Los demócratas investigan a Trump por corrupción y abusos de poder
Sus hijos, su yerno, sus socios, los empleados de su campaña, los organizadores de los fastos de su toma de posesión... Prácticamente todo aquel que tenga algo que ver con los negocios de Donald Trump, además de algunos empleados de la propia Casa Blanca, el Departamento de Justicia y el FBI, entre otras agencias, recibió ayer una carta de la comisión de Asuntos Judiciales de la Cámara de Representantes del Congreso reclamándoles ciertos documentos.
Su presidente, el demócrata Jerrold Nadler , ha enviado 81 cartas a personas y entidades relacionadas con Trump para determinar si sus actividades privadas han violado la legislación sobre emolumentos que impide al presidente aceptar dinero de gobiernos extranjeros (es decir, si hay indicios de corrupción), si ha cometido abusos de poder y si ha obstruido la acción de la justicia. Entre los contactados, el histórico jefe de contabilidad de la Organización Trump, Allen Weisselberg, y el editor de la revista de cotilleos National Enquirer, David Pecker, acusado de pagar para ocultar historias dañinas para su reputación durante la campaña. Los interpelados tienen hasta el 18 de marzo para presentar la documentación requerida, que se refiere por ejemplo a los contactos para construir una Torre Trump en Moscú, las donaciones de la toma de posesión presidencial o el despido del director del FBI James Comey. Si se niegan a responder, podrían ser citados a declarar.
“El presidente Trump y su Administración se enfrentan a un amplio abanico de alegaciones de comportamiento inadecuado que golpean el corazón de nuestro orden constitucional”, afirma en las cartas Nadler, que recalca la obligación de la comisión de Asuntos Judiciales de investigar los hechos. La investigación es la más amplia y potencialmente explosiva abierta por los demócratas desde que hace dos meses tomaron el control de la Cámara Baja. Si en algún momento el Congreso intenta destituir al presidente, el proceso de impeachement comenzaría necesariamente allí, en la comisión de Asuntos Judiciales de la Cámara de Representantes.
“Aún estamos lejos de tomar decisiones” en ese sentido, afirma Nadler. La mayoría de los demócratas prefiere esperar a conocer las conclusiones de la investigación del fiscal especial sobre la trama rusa. Para los republicanos, la iniciativa no es sino una maniobra política para cambiar el resultado electoral. “Creo que el congresista Nadler decidió destituir al presidente el mismo día que ganó las elecciones”, critica su jefe de filas en la Cámara Baja, Kevin McCarthy.