“Valoramos otras vías para financiar a los erasmus”
J. Maria Garrell, coordina el grupo entre universidades británicas y españolas
El rector de la Universitat Ramon Llull (URL), Josep Maria Garrell, dirige el grupo de trabajo entre las universidades españolas y británicas desde la Conferencia de Rectores de Universidad Española (CRUE). Ante la incertidumbre abierta por el Brexit, pide, ante todo, mucha calma. Los campus nos desean que se deshilache el manto que han tejido los centros en estas últimas décadas y que ha convertido en europeístas a los jóvenes. Nadie quiere el Brexit. “Veo que –desde la política– se quiere responsabilizar al Reino Unido de todo lo que pueda ocurrir, en el sentido de que la negociación ya ha tenido lugar y, ciertamente, la decisión está en el Parlamento británico. Si nos centramos en el entorno universitario, las conferencias de rectores europeas y la propia Asociación Europea de Universidades (EUA) estamos en permanente contacto para coordinar actuaciones, al igual que lo estamos haciendo con el Gobierno del Estado”.
¿Han cuantificado el impacto del Brexit en los centros españoles?
Depende del escenario final, pactado o no pactado. En función del escenario final, y de su gestión, las repercusiones se pueden notar en estudiantes españoles de Erasmus, estudiantes en el Reino Unido y en los británicos que estudian aquí; también en los proyectos de investigación financiados con fondos del programa marco de I+D+i europeo que cuentan con la participación de algún socio británico.
La situación de incertidumbre se ha prolongado. ¿Se han dado ustedes un plazo para decidir?
No exactamente. Es evidente que será necesario reaccionar sobre la marcha y preparar diversos planes de contingencia en función de cómo evolucionen las cosas en las próximas semanas. Es importante que las universidades analicemos la posibilidad de ofrecer a los estudiantes otras formas de financiar las movilidades en un escenario de Brexit duro. En uno pactado, el Reino Unido seguirá participando de los fondos europeos hasta, como mínimo, el final de los programas actuales.
La asociación catalana de universidades pide calma pero su homóloga gallega aconseja a los estudiantes otros destinos, ¿Pueden perderse otras buenas plazas si se cierra el Reino Unido?
Creo que de nada servirá precipitarse, y la llamada a la calma se hace más necesaria que nunca. El mero hecho que se esté planteando un aplazamiento del Brexit creo que hay que interpretarlo como que un Brexit no pactado se debe evitar y, evitándolo, nada cambiará a corto plazo. No se debe descartar que, ante la incertidumbre, algunos estudiantes renuncien al Reino Unido. Deberemos ir gestionando la situación intentando ser lo más flexibles posibles, para evitar, precisamente, lo que apunta.
¿Ayudaría que la Comisión Europea creara una guía de actuación?
SI HAY SALIDA PACTADA
Participará de los fondos europeos hasta, como mínimo, el final del 2021
ACTUACIÓN
“Con los rectores europeos estamos en permanente contacto para coordinarnos”
No tengo muy claro qué debería hacer la Comisión. Es difícil elaborar una “guía” que lo incluya todo ante tantos escenarios posibles. Desde la CRUE se está informando a las universidades, y el 14 de marzo se celebrará en Madrid un seminario organizado que contará con la participación del Gobierno y de la Comisión Europea.
El Brexit afecta también a los grupos de investigación en el programa Horizon 2020.
El Horizon 2020 se verá afectado en función del tipo de Brexit que acabe ocurriendo. En caso de salida pactada, todos los proyectos financiados con el Programa H2020 tendrían continuidad hasta el final. Además, el programa que sustituirá el H2020, el Horizon Europe, podrá definir la modalidad de participación del Reino Unido en función de las condiciones que se acuerden. El problema se da en caso de Brexit duro. Las afectaciones pueden ser muchas y difíciles de imaginar. Podría darse algún caso límite en el que un proyecto actual que esté cumpliendo el mínimo de participantes y de países requerido para ser elegible deje de serlo por el mero hecho de que el Reino Unido salga de la Unión. Esperemos, no obstante, que no se llegue a ninguno de estos extremos ya que hay mucho que perder.