El Port se abre a la ciudad en su 150 aniversario
La celebración incluye un gran concierto popular, una exposición, la edición de un libro y visitas guiadas gratuitas en Las Golondrinas
Aunque los orígenes de la actividad marítima en Barcelona se remontan al siglo V a.C., en la época prerromana, y los primeros intentos de construir un muelle, en la edad media, no fue hasta bien entrado el siglo XIX cuando de la mano de la Junta d’Obres, creada en 1869, la infraestructura para los barcos dio el salto definitivo que la configuró tal y como hoy la conocemos. El Port celebra este año el 150 aniversario de la fundación de este organismo, precedente de la actual autoridad portuaria, con un programa de actos que buscan dar a conocer su actividad y su valor a los ciudadanos.
El puerto es todavía un gran desconocido para muchos barceloneses. Lo que se hace diariamente en las 1.300 hectáreas de instalaciones –hace siglo y media apenas eran 70–, en las que trabajan 40.000 personas de un centenar y medio de empresas, queda muy lejos de la mayoría de la población. Por esta razón, la citada efeméride es una oportunidad inmejorable para explicar su importancia. “Celebramos 150 años del inicio del puerto moderno, estructurado, con voluntad clara de aportar valor económico, social y ambiental”, destacó ayer su presidenta, Mercè Conesa.
El cartel de actos, todavía por cerrar, incluye un gran concierto popular de la Orquestra Simfònica del Vallès, en julio; una exposición en el Museu d’Història de la Ciutat y visitas guiadas marítimas gratuitas a bordo de Las Golondrinas dirigidas a un público familiar. Asimismo, entre otras actividades, se editará un libro conmemorativo, obra del profesor de la Universitat de Barcelona, Joan Alemany, y se proyectará un vídeo mapping. Está previsto también un acto institucional en el Palau de la Música.
“Hoy somos el primer hub logístico del Mediterráneo y en gran parte se debe a la visión, la planificación y el esfuerzo de quienes nos precedieron en la Junta d’Obres”, destacó Conesa. “Queremos seguir impulsando el futuro, ser la puerta del sur de Europa, dando respuesta a lo que nos pide la sociedad del siglo XXI”, añadió, para lo cual reivindicó la autonomía de gestión de los puertos. Aprovechando la entrada en vigor del nuevo reglamento europeo de puertos la presidenta es partidaria de modificar la legislación española para profundizar en esta línea. “Siempre que la hemos tenido –recordó– la hemos utilizado para dar servicio a la ciudadanía, a los operadores y al tráfico marítimo”.
El director general, José Alberto Carbonell, repasó los principales hitos en la historia de la infraestructura. Destacó las dificultades para construir un puerto que protegiera a las embarcaciones de los temporales. El siglo XIX fue un punto de inflexión con importantes avances en la ingeniería que permitieron dar un gran salto. Y el paso definitivo se dio, recordó, a finales de los 80 y en los 90 del siglo pasado, con el despliegue de los planes que trasladaron la actividad pesada hacia el sur y destinaron el Port Vell a usos ciudadanos; la creación de la zona logística (ZAL) que aporta valor a las mercancías y, finalmente, la gran ampliación fruto del plan Delta, que ha permitido doblar la superficie portuaria y experimentar el espectacular crecimiento de los últimos años.
La Junta d’Obres, precedente de la actual autoridad portuaria, creada en 1869, configuró el puerto moderno