La automoción acoge con frialdad el plan del Gobierno
La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, presentó ayer públicamente el Plan de Apoyo Integral al Sector de Automoción para el periodo 2019-2025. Como había adelantado La Vanguardia, incluye un plan de ayudas al sector por importe de 2.686 millones de euros para facilitar una transición ordenada hacia el coche eléctrico, medidas de apoyo a la industria para la renovación del parque, una reforma fiscal con criterios medioambientales, además de ayudas a la I+D y a la producción. El plan, que según la ministra ha sido consensuado con el sector, no ha convencido por completo a las principales asociaciones del mundo del automóvil.
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), aunque lo considera “un buen punto de partida”, pidió ayer más concreción. Considera “imprescindible” un plan estructural de renovación del parque que respete el principio de neutralidad tecnológica, así como una declaración institucional “al más alto nivel” que defienda “inequívocamente” los nuevos vehículos de combustión y se elimine así la “incertidumbre y la confusión, que, sin motivo, pesa sobre el mercado español y que está lastrando las ventas”. En la misma línea, la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam) lamentó ayer “la escasa ambición del Gobierno” y criticó asimismo la falta de neutralidad tecnológica por “no defender todas las tecnologías actualmente en el mercado”.
Más positiva, Faconauto, la patronal de los concesionarios, celebró “la buena noticia” que implica que el plan incluya la creación de un grupo de trabajo para la revisión del marco de comercialización y distribución de automóviles. Además, aseguró que el plan “aportará certidumbre al mercado, lo que frenará la caída de matriculaciones”.