Villarejo usó fondos reservados para la operación Catalunya
El expolicía explicó las entregas en grabaciones que constan en la causa El exfuncionario encarcelado admite la elaboración de dossiers falsos
El excomisario de la Policía José Manuel Villarejo, según sus propias palabras, habría cobrado grandes sumas de dinero de fondos reservados para obtener información sensible sobre dirigentes catalanes independentistas dentro de la denominada operación Catalunya que se inició en la época de Jorge Fernández Díaz como titular del Ministerio del Interior.
Villarejo formó parte de la llamada policía patriótica, que ideó el entonces director adjunto operativo de la Policía Eugenio Pino desde el 2012 para intentar frenar el independentismo mediante el cerco judicial a sus dirigentes.
El excomisario reconoce en una conversación con una persona de su confianza, que él mismo grabó en febrero del 2017 y a la que ha tenido acceso La Vanguardia, que le habrían pagado “mucha pasta” de los fondos reservados que manejaba la Policía para realizar investigaciones
FONDOS RESERVADOS
En una conversación grabada por él mismo, Villarejo detalla de dónde salía el dinero
en Catalunya. Esta conversación ha sido analizada por la unidad de asuntos internos de la Policía, que investiga, junto a la Fiscalía Anticorrupción y la Audiencia Nacional, el caso Tándem, sobre la organización criminal liderada por este exfuncionario, en prisión preventiva desde noviembre del 2017.
En la conversación grabada pocos meses antes de ser detenido cuenta cómo recibió el dinero. “Marcelino me ha pagado mucha pasta porque él era el que manejaba la pasta de Catalunya, de lo otro, de lo tal. ¿Yo qué tengo? Pues hasta fotocopiados los billetes, claro, ¡nos ha jodido!”, exclama. Más adelante lamenta: “Me han dejado un zurrón a deber; aún me deben unos 50 o 60.000 pavos”, relata el excomisario a su interlocutor.
En ese encuentro, el excomisario explica que quien tenía fondos reservados era el entonces jefe de asuntos internos de la Policía, Marcelino Martín Blas, quien lo niega. “Yo lo denuncié. Hay una denuncia, además, sellada, donde yo digo este tipo tiene la maría en la caja fuerte, un zurrón de pasta y cada vez que tal saca la pasta y no pide justificante, ¡qué cosa más rara! Claro, y a mí cuando me daba yo le decía: ‘no tronco, yo te justifico’”, señala Villa-
rejo. “No, no hace falta”, le replicaba Martín Blas, según Villarejo.
El excomisario detalla en aquella conversación que a él le daban billetes de 500 y 100 euros. “El tema es que el Banco de España cuando da para los fondos reservados la numeración va asignada; es decir, el día que yo tenga que enseñar y decir: ‘mire uno de los billetes con el que ha pagado al de Andorra, al del banco de tal, aquí están’. Entonces que miren, a ver ese billete a quién se lo asignaron. Eso es muy fácil”.
Villarejo entró de lleno en la llamada policía patriótica en el 2012. Mariano Rajoy acababa de llegar al gobierno en diciembre del 2011 y había elegido como hombre fuerte de la Policía a Eugenio Pino.
En Catalunya, en el 2012, Artur Mas cuyo gobierno vivía bajo los efectos de la crisis económica y el recorte del gasto público, decidió ponerse al frente del creciente movimiento independentista que empezaba a ganar terreno en la calle. Mas adelantó las elecciones a noviembre del 2012 y perdió 12 diputados. Aquel resultado fue un punto de inflexión en la historia de CDC.
Desde el Ministerio del Interior se ideó una estrategia para debilitar a los dirigentes independentistas a través de investigaciones, principalmente por corrupción.
El objetivo más sencillo era Jordi Pujol y su familia: ya se les señalaba desde algunos sectores de haber impuesto el cobro de mordidas en la obra pública, el famoso 3%. Una de las primeras misiones de Villarejo fue captar al empresario Javier de la Rosa, condenado por varios casos económicos, y a la exnovia del hijo mayor del expresident para que los denunciaran por asuntos vinculados al blanqueo de dinero.
De hecho, en su primer interrogatorio ante la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela tras ser detenido, en noviembre del 2017, el excomisario reconoce haber hecho estas labores. Dio una explicación poco creíble para la juez y los fiscales de cómo cobró esos trabajos. Según relató, sus empresas privadas –con un patrimonio de 25 millones de euros a pesar de ser funcionario público– servían para dar apoyo y cobertura a la Policía y el CNI en ciertos asuntos, mencionando directamente el caso Pujol para “auxiliar” a los testigos que luego declararon ante la Policía, como De la Rosa y Álvarez.
Villarejo habría colaborado en el traslado de estas dos personas para declarar ante la unidad de delincuencia económica y fiscal (UDEF) en el 2012, época que dirigía la unidad su amigo José Luis Olivera. Consiguieron que De la Rosa fuera a un juzgado de Madrid para asegurar que la familia Pujol tenía cuentas en Suiza, pero en el último momento se retractó. Por su parte, Victoria Álvarez acudió a la Audiencia Nacional a declarar contra el hijo mayor del expresidente y sostener que vio cómo llevaba a Andorra maletas llenas de billetes de 500 euros. Seis años después, la instrucción contra la familia Pujol sigue abierta en la Audiencia Nacional por delitos de blanqueo y organización criminal. En abril del 2017 el primogénito de los Pujol ingresó en la cárcel, de la que salió en julio del 2018.
Y a finales del 2012, la llamada policía patriótica, con Villarejo a la cabeza, hacía de las suyas. Entonces se publicó un informe de la UDEF en el que se hablaba de supuestas cuentas en Suiza del president Artur Mas. Nadie de aquella unidad policial sabía de dónde salía ese documento, sin fechar y sin firma. Pronto se le llamó “borrador fantasma” y nunca se judicializó.
Un año después también se publicó la existencia de una supuesta cuenta del entonces alcalde de Barcelona Xavier Trias oculta en Union de Banques Suisses (UBS) en la que se habrían transferido fondos desde Andorra. UBS emitió un comunicado que negaba la existencia de esa cuenta y Anticorrupción rehusó investigarlo. Aunque el año pasado el exdirigente convergente reconoció la existencia de un trust familiar administrado por otra entidad bancaria suiza, RBS Coutts.
El propio Josep Pujol, otro de los hijos del expresident, cuando declaró como investigado en la Audiencia Nacional relató cómo Villarejo quiso reunirse con él y le contó cómo montó la operación con Victoria Álvarez y De la Rosa: “Y me dice que la información se ha cocinado para tener una causa aquí y ‘poder joderos porque nosotros vamos contra vosotros por el tema independentista’, y que es una instrucción directa del ministro del Interior”.
LA ACUSACIÓN Marcelino Martín Blas disponía de fondos que no requerían justificación de gasto
EL OPERATIVO El excomisario lideró a la ‘policía patriótica’ organizada en el 2012 desde Interior