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Las últimas grabaciones del excomisario Villarejo sobre cuestionables actuaciones policiales que han salido a la luz y el futuro de la plataforma de 7,5 hectáreas ganada al mar junto al Fòrum de Barcelona, asuntos analizados.
LA plataforma de 7,5 hectáreas ganada al mar junto al Fòrum, que se construyó para albergar el zoo marino, luego desestimado, será abierta por el Ayuntamiento a los ciudadanos. Aunque podrá seguir siendo utilizada ocasionalmente para lo mismo que hasta ahora –conciertos del Primavera Sound, carpas circenses o la Feria de Abril–, esta área será también buena parte de los días del año un nuevo espacio público. Las vallas serán retiradas y la plataforma será de libre uso para los barceloneses (salvo cuando acoja uno de los eventos reseñados más arriba). Al menos, mientras el Ayuntamiento siga estudiando qué uso definitivo darle, en el marco de lo que debe ser una redefinición del litoral de Barcelona.
Esta nueva utilidad nos dice, entre otras cosas, que las autoridades municipales son conscientes de que la plataforma, dada su amplitud y su privilegiada situación, podría tener mejores usos de los que ha tenido desde que en el 2007 se terminó y desde que en el 2011 el Consistorio del convergente Trias abandonó los planes de sus antecesores socialistas para desdoblar el zoo de la Ciutadella y llevar las especies marinas al Fòrum.
Pero no sólo nos dice eso. También nos indica, en primer lugar, que algunas decisiones municipales deberían apoyarse en consensos más amplios, para que un cambio de gobierno no dejara en el aire, durante casi un decenio, una inversión de 29 millones de euros, que hubiera ascendido a 200 si se hubiera completado el plan de construcción del zoológico marino. Esa es la primera reflexión derivada del caso que nos ocupa.
La segunda es que convertir la plataforma en espacio público es una buena solución, pero quizás no la definitiva. Por supuesto, es bueno que las decisiones que al fin se tomen se inscriban en un plan más amplio de redefinición del frente litoral barcelonés. No en balde, esta plataforma es la parcela más grande, sin uso específico, que hay en dicho frente. Pero sería bueno también que no se olvidara la condición del Fòrum como uno de los tres vértices del distrito 22@, en el que Barcelona depositó sus esperanzas para el crecimiento en el ámbito de las industrias neoterciarias. Toda la operación del Fòrum estuvo en su día relacionada con el 22@, que engloba 200 hectáreas de tejido productivo innovador en un triángulo con vértices en Glòries, Sagrera y Fòrum, dedicados respectivamente a la empresa, los transportes y los congresos. Bien está que el Ayuntamiento recurra con frecuencia a los procesos de consulta popular. Pero también lo está, y no menos, que considere y defienda como mejor pueda los proyectos a largo plazo que son estratégicos para la ciudad.