El desmán de los Pirineos pierde el 40% del área de distribución en 20 años
Su población en Catalunya se estima entre 500 y 1.000 ejemplares
El desmán ibérico, desmán de los Pirineos o almizclera (almesquera, en catalán), un topo de agua exclusivo del norte de la península Ibérica, está desapareciendo. Este pequeño insectívoro semiacuático ha entrado en regresión en Catalunya y en los demás lugares donde se encuentra (Sistema Central, Pirineo francés, Galicia, Portugal o Asturias). Las últimas estimaciones apuntan a que en Catalunya su área de distribución ha descendido más de un 40% desde el año 2002. Probablemente sólo quedan entre 500 y 1.000 ejemplares, aunque no hay datos muy fiables.
El desmán es una reliquia de la naturaleza. Hace millones de años se extendía por toda Europa. Ahora sólo queda el desmán ibérico y el desmán ruso. Tal vez es el mejor ejemplo de una especie poco mediática que desaparece en silencio. Y por esa misma razón, pese a ser una especie protegida, se ha hecho doblemente invisible. No ve (no tiene ojos y sólo vislumbra luces, pero no diferencia formas) ni tampoco se deja observar. Prácticamente sólo se mueve del agua y pisa tierra para descansar, aunque lo hace raramente, porque camina mal. Su comportamiento esquivo y sus hábitos nocturnos hace que resulte más fantasmal.
El drama para él es que sus hábitats (los ríos trucheros, de aguas frescas, rápidas y con rocas) se han transformado tanto que se han convertido en su gran amenaza.
La Generalitat encargó en el año 2000 un estudio a Pere Aymerich y Joaquim Gosàlbez, de la Universidad de Barcelona, que permitió rastrear más de 500 km en 400 tramos fluviales de los Pirineos, desde la Val d’Aran hasta el Empordà. El desmán se encontró en una cuarta parte de los tramos visitados. Posteriormente, entre el 2013 y el 2017 se llevó a cabo una nueva revisión de su distribución. Y el resultado observado es una regresión “brutal e inesperada”.
“Su presencia ha bajado muchísimo. Los resultados son peores de los que nos pensábamos”, señala Pere Aymerich. La distribución del desmán en Catalunya ha disminuido más del 40% desde el 2000. “No es normal un descenso tan acusado y rápido de una especie”, añade este experto.
El declive (territorialmente desigual) es relativamente bajo en las cabeceras del Noguera Pallaresa (un 18%), mientras que en la mayor parte de tramos fluviales es superior al 50% (Garona/Val d’Aran y Segre). En el Ter, donde ya era raro en el 2000, la regresión alcanza el 80%; su situación es crítica.
“La zona con mayor descenso ha sido la del valle del Ter. Pero nos ha sorprendido más que se haya dado una caída muy acusada en zonas donde mostraba una buena salud en el año 2000, como son la Val d’Aran y algunos valles del Pallars Sobirà. En amplios sectores de las cuencas del Garona de la Val d’Aran y del Noguera Pallaresa, incluso parece que ha desaparecido.
El declive del desmán en los Pirineos y en otras zonas de distribución se debería básicamente a una alteración de los caudales en los ríos ocasionada por los cambios
La alteración de los ríos de montaña y el descenso de caudales, que deja tramos secos, le priva de comida
en el régimen de vaciado en las instalaciones hidroeléctricas y por la mayor captación de agua en verano en los ríos (un descenso debido a las demandas para riegos de prados y para satisfacer el consumo del turismo). En casos extremos, determinados tramos de ríos quedan secos. “El vaciado de los embalses tiene unas consecuencias impactante, porque altera a lo largo de kilómetros y durante semanas la cantidad de insectos acuáticos de los que se alimenta el desmán”, dice Pere Aymerich. Este experto augura que si no se toman medidas este animal podría desaparecer a medio plazo.
La situación es alarmante en el alto Ter, donde es urgente frenar los factores que han llevado al desmán a una situación crítica. “Es necesario que la Generalitat ponga en práctica las actuaciones necesarias, porque si las amenazas actuales se mantienen sabemos que la población de este animal seguirá bajando”. Su recuperación exige detectar y eliminar los diferentes focos de riesgo.