El diseño más allá de la tecnología
La semana pasada se celebró el Mobile World Congress, uno de los principales acontecimientos internacionales que acoge la ciudad de Barcelona y un prominente escaparate de la vanguardia tecnológica en el ámbito de la comunicación y la conectividad. Durante los cuatro días del congreso oímos hablar de la tecnología 5G, de la internet de las cosas, de vehículos autónomos, de todo tipo de smartgadgets y muchas otras innovaciones en forma de dispositivos o aplicaciones que pronto llevaremos en los bolsillos o nos acompañaran en nuestro día a día doméstico y profesional. Y aunque detrás de todas y cada una de estas novedades tecnológicas hay una importantísima labor de diseño, esta casi nunca sale a relucir más allá de la curiosidad formal (este ha sido el año de la pantalla plegable, por ejemplo) o las referencias a aspectos meramente estéticos. El jueves por la tarde, coincidiendo con el último día del Mobile World Congress, ADI-FAD, la asociación de diseño industrial del FAD, organizó una serie de charlas que sirvieron de preludio para las jornadas que se celebrarán los próximos días 21 y 22 de marzo en el Barcelona Design Hub bajo el título Design Beyond Tecnology. Tal como explica Raffaella Perrone, co-comisaria del encuentro y vicepresidenta de ADI-FAD, estas jornadas pondrán el foco sobre la estrecha relación que existe entre diseño y tecnología y examinarán cómo el primero puede contribuir a una humanización y un mejor uso de la segunda.
En un momento como el actual, situados en lo que se ha denominado la cuarta revolución industrial, los procesos de conceptualización, producción y distribución se han transformado radicalmente y plantean un nuevo paradigma que desborda la misma noción de “industrial”. Los objetos que nos rodean y que usamos diariamente también se están transformando gracias a la incorporación de la tecnología para adquirir funciones que van más allá de sus características y usos tradicionales. En este sentido, lo que hasta hace poco se conocía como diseño industrial ha ampliado su radio de acción con nuevas facetas que involucran el diseño de procesos y funcionalidades no estrictamente tangibles. El diseñador de nuestra era ha visto como se multiplicaban sus competencias y sus posibilidades de especialización en ámbitos tan distintos como la inteligencia artificial, la nanotecnología o la computación cuántica (por citar sólo tres ejemplos). Sin embargo, e independientemente de estos avances vertiginosos que están transformando la profesión, el objetivo primordial del diseñador se mantiene intacto: se trata de situar las personas en el centro. La función del diseño sigue siendo la de acercar el objeto a sus usuarios, haciéndolo más útil y accesible. Más humano. En este sentido, los proyectos que se presentarán en el marco de las jornadas Design Beyond Tecnology servirán para poner de manifiesto que el diseño nunca debe verse supeditado al avance tecnológico, sino que debe formar parte de su misma esencia, modelando sus aplicaciones y sus usos. Aunque a veces, deslumbrados por las novedades que se presentan en ciertos foros y acontecimientos de masas, podría parecer todo lo contrario.