La Vanguardia

Dovizioso supera a Márquez por milésimas

En un calco de la carrera del 2018, Dovizioso vence a Márquez por sólo 23 milésimas en un final de infarto y lanza su desafío

- TONI LÓPEZ JORDÀ

La tormenta perfecta en el desierto estaba esperando al domingo de carrera. El viento se aplacó al caer la noche en Lusail, la temperatur­a se moderó y la humedad se contuvo. Condicione­s perfectas para la batalla. Dejaban paso al vendaval que desataron con su duelo final de infarto el campeón y el subcampeón, Marc Márquez y Andrea Dovizioso. Ellos dos, una vez más.

Un choque de muy alta tensión, calcado al de la carrera inaugural del año pasado, con el mismo desenlace: el italiano se impuso en la última curva al catalán, lo superó por tan sólo unos milímetros al cruzar la meta, unas míseras 23 milésimas de segundo, cuatro menos que el año pasado, para lanzarle su desafío. El campeón ya tiene quien le tosa: el mismo que los dos últimos cursos.

Dos semanas de pruebas de pretempora­da invernal, cuatro sesiones de entrenamie­ntos libres, una clasificac­ión oficial y todavía nadie tenía claro quién sería el atrevido que lanzaría el guante a Marc Márquez. Que si sería Viñales y la Yamaha, que si las Suzuki de Rins y Mir, que si las Ducati… El que estaba esperando el momento justo para reivindica­r su papel de primer opositor al régimen del 93 era Andrea Dovizioso. Sin hacer ruido, agazapado, casi lamentándo­se de que no iba bien del todo, el de Forlì se erige una vez más en la principal amenaza de Marc. Pero no va a ser la única.

Lo pudo comprobar el de Cervera en toda la carrera qatarí: este año Dovizioso no caminará solo. A su lado están unos bullicioso­s Rins y Mir, versión moderna de Zipi y Zape, tremendos estos niños con la Suzuki, que pusieron en serios aprietos al italiano y a Marc. O incluso le secundarán dando guerra el combativo Petrucci (Ducati) o el infatigabl­e Crutchlow (Honda). Lo de Yamaha es otra historia…

La función comenzó movidita desde la salida. Maverick Viñales,

EL BUEN SABOR DE 20 PUNTOS “Es una dulce derrota”, dice Márquez sobre un segundo puesto valioso en una pista en la que sufre

LA CARA Y LA CRUZ

Rossi ofreció otro domingo milagroso, escalando del 14.º al 5.º puesto; Lorenzo estuvo desapareci­do (13.º)

que se sentía tan fuerte el sábado con la pole en la mano, realizó una de sus pésimas salidas y quedó rápidament­e engullido por la clase media, cada vez más agitada. El de Roses caía hasta el 6.º puesto y ya no levantó cabeza, superado incluso por su compañero Valentino Rossi. El italiano –hay que quitarse el sombrero una vez más– realizó uno de sus domingos milagrosos, del 14.º al 5.º puesto en una remontada final inverosími­l con una de las motos con menos velocidad de la parrilla. Para que se lo hagan mirar.

Sin Viñales en liza, fue Dovizioso quien tomó el mando desde el primer momento, con Márquez a su espalda. Aunque en los primeros giros ya se observó que la animación ayer vestía de azul eléctrico Suzuki. Primero con el novato Joan Mir, que en un ejercicio de descaro era capaz de auparse desde la 11.ª posición de salida hasta la cuarta plaza en el tercer giro, a solo un segundo de Dovi. Y después el enorme Álex Rins, que no iba de farol cuando dijo que saldría a ganar en Qatar.

Lo del piloto barcelonés de Nou Barris sí que fue un acto de rebelión de verdad. En la quinta vuelta Rins asaltaba el liderato provisiona­l dando un zarpazo a toda una Ducati de Dovizioso. Aunque el italiano le recuperaba pronto la posición por velocidad punta, el sedicioso catalán hacía triunfar la revuelta de los modestos al tomar el primer puesto durante tres vueltas, de la 8 a la 10, después de comerse a Márquez y al italiano, que volvió a la carga.

Intransige­nte con los revoltosos, Dovizioso aumentó el ritmo y dejó el muerto a Marc, que se las tuvo que ver durante siete vueltas con Rins para afianzarse en la segunda plaza. Hasta que al barcelonés le superó Crutchlow, perdió pie, y se quedaron solos delante la

pareja más amorosa. Fueron dos últimas vueltas de espectácul­o delicioso, como solían ofrecer el italiano y el catalán. La primera dentellada la clavó Marc a falta de dos giros con un interior. Dovi recuperó la posición al final de recta para afrontar la última vuelta al frente. En ese giro definitivo se adelantaro­n mutuamente hasta seis veces, el 93 lanzaba el hachazo y el 4 le respondía. El último intento lo guardaba Márquez para la curva final, la 15, como el año pasado. El catalán pasó delante, pero el italiano recuperó la cabeza para entrar por delante en la recta. Con las dos motos pegadas, casi en paralelo, la Ducati se impuso por 23 milésimas. Nada.

Mención especial merece Jorge Lorenzo, que estuvo desapareci­do en su estreno con la Honda. El balear, dolorido por las caídas que sufrió el sábado, llegó a rodar en la 17.ª posición y al final pudo anotarse 3 puntos de la 13.ª plaza.

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Andrea Dovizioso y Marc Márquez se saludan afectuosam­ente con risas al final del duelo que mantuviero­n en Lusail
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IBRAHEEM AL OMARI / REUTERS

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