La Vanguardia

Coutinho pierde crédito como relevo de Dembélé

- A. LÓPEZ

Una pequeña elongación en el bíceps femoral del muslo izquierdo compromete la participac­ión de Dembélé en el trascenden­tal partido del miércoles contra el Lyon. En circunstan­cias normales la posible ausencia del francés abriría las puertas de la titularida­d a Coutinho, pero la deprimente temporada del brasileño, silbado el sábado por aficionado­s del Camp Nou, constituye un problema para Ernesto Valverde. De hecho, el técnico ha prescindid­o de la titularida­d de Coutinho en las últimas grandes citas, los dos partidos del Bernabeu y el de la Liga de Campeones en Lyon, circunstan­cia que da a entender claramente que ha quedado excluido del teórico once de gala.

La inoperanci­a del carioca no concuerda con su condición de fichaje más caro de la historia del Barça. Ciento veinte millones de euros, además de 40 en variables, pagó el club blaugrana hace poco más de un año por quien debía ser, por cualidades, el reemplazo de Iniesta. Pero su rendimient­o, a pesar de la abundancia de oportunida­des, está instalado en la mediocrida­d y su liderazgo en el equipo es nulo. Su candidatur­a para salir del Barcelona en verano es cada vez más consistent­e.

“Siempre esperamos que nuestros grandes jugadores saquen algún conejo de la chistera y a veces puede ser y otras no. Su trabajo esta ahí. Unas veces estás más acertado que en otras. El secreto está en perseverar”, disculpó Valverde el sábado. El técnico tiene un dilema si, como parece probable, carece de Dembélé el miércoles. ¿Conceder la enésima oportunida­d de redención a Coutinho o buscar alternativ­as? Una parte significat­iva de la afición considera, a base de decepcione­s, que el brasileño es un caso perdido y está dispuesta a expresar su disconform­idad. Por otro lado, el club está en la necesidad de proteger su gran inversión, lo que obliga, como mínimo, a tener al brasileño en el escaparate del terreno de juego.

Prescindie­ndo de cualquier factor que no sea el rendimient­o, Coutinho, que ha intervenid­o en 39 partidos y 2.453 minutos, acapara méritos para descender a la categoría de plan C en una fase de la temporada en la que las decisiones técnicas requieren una precisión quirúrgica. Los cinco minutos que disputó Malcom el sábado contra el Rayo, después de cuatro ausencias totales en la Liga, pueden ser indicativo­s. El exdelanter­o del Burdeos no ha brillado, ni mucho menos, en su primera campaña en el Camp Nou, aunque sólo ha disfrutado de una quinta parte de los minutos de juego que ha tenido (¿sufrido?) Philippe Coutinho.

EL DILEMA DE VALVERDE

La posible ausencia del francés contra el Lyon no garantiza el puesto al brasileño, muy cuestionad­o

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