Utrecht vive una pesadilla por un ataque con 3 muertos en un tranvía
La policía apuntó primero al terrorismo y después a posibles rencillas familiares
Un holandés de origen turco mató ayer a tres personas e hirió a cinco en un tranvía de la ciudad de Utrecht. La policía lo capturó después de horas de búsqueda por la ciudad. Se cerraron las escuelas y se pidió a la población que no saliera de sus casas. Inicialmente se apuntó al móvil terrorista y después a problemas familiares, aunque anoche aún no estaba claro.
La ciudad holandesa de Utrecht vivió ayer una jornada de pesadilla en la que se mezclaron muertos, heridos, un asesino en fuga y el temor a un ataque terrorista. Todo empezó a las 10.45 de la mañana en la plaza 24 de octubre de esta ciudad del norte del país cuando un hombre nacido en Turquía, Gökmen Tanis, de 37 años, se levantó en el tranvía en que viajaba y disparó contra los pasajeros. Testigos presenciales contaron como el conductor no conseguía abrir las puertas del tranvía y algunos pasajeros rompieron los cristales para poder escapar. No todos lo consiguieron. Los disparos de Tanis dejaron tres muertos y cinco heridos, algunos de los cuales seguían ayer por la noche hospitalizados en estado grave.
El asesino consiguió escapar y la policía organizó una intensa operación de búsqueda y captura. Los agentes tardaron poco en poner nombre y rostro al autor gracias a los testigos y las cámaras de seguridad del tranvía. Se trataba de Gökmen Tanis e hicieron un llamamiento a la población buscando su ayuda para localizarlo. Distribuyeron una fotografía del sospechoso en el tranvía, y se recomendó que nadie se acercara a él, sino que, si lo reconocían, que llamaran a un número de teléfono de emergencia de la policía.
Empezaba el despliegue policial. Con el asesino en fuga, las dudas sobre si había actuado solo, y el posible móvil terrorista, la policía no dudó en activar todas las alarmas. Se elevó el nivel de alarma terrorista al grado 5, el máximo, que implica que la policía tiene indicios de que un ataque es inminente; además se cerraron las escuelas, el alcalde hizo un llamamiento a que los vecinos no salieran a la calle, y se reforzaron las vigilancias en mezquitas, aeropuertos y otras infraestructuras.
Las televisiones mostraban imágenes de agentes fuertemente armados y tomando grandes precauciones rodeando edificios. Eran operaciones de búsqueda del atacante que en un primer momento no dieron resultado. Fue pasadas las seis de la tarde cuando se consiguió su detención. Horas después, la policía de Utrecht confirmó dos nuevos arrestos relacionados con el ataque, sin especificar su grado de implicación.
Aunque en un primer momento la policía dijo que no descartaba la hipótesis terrorista, pronto empezaron a surgir interrogantes sobre el móvil del asaltante. Se supo que había tenido problemas anteriormente con la policía por delitos co- munes, y algunas versiones de testigos presenciales indicaron que el asesino disparó contra una mujer y después contra los que intentaban ayudarla. Se abría el camino hacia otro posible motivo que no tuviera nada que ver con el terrorismo.
Uno de los testigos, Daan Molenaar, dijo a la televisión holandesa NOS que él estaba sentado en la parte delantera del tranvía cuando empezó el tiroteo y no creía que fuera un ataque terrorista: “Lo primero que me vino a la cabeza fue que se trataba de algún tipo de venganza o algo parecido, o alguien que estaba realmente loco y llevaba una pistola”, dijo este testigo.
Al aparecer estas informaciones en las redes sociales, la policía de Utrecht indicó, vía Twitter, que “en los mensajes en los medios sociales vemos información sobre otros posibles motivos referidos al incidente de esta mañana en la plaza 24 de Octubre en Utrecht. Sólo podemos decir que actualmente no excluimos ninguna posibilidad”. Posteriormente, en una rueda de prensa, dejaron abierta la opción de que el asesino hubiera actuado por motivos familiares.
Eran informaciones que llegaban también desde Turquía. La agencia estatal turca Anadolu recogía declaraciones de familiares de Gökmen Tanis indicando que había disparado contra una familiar. Aunque, por otro lado, también se supo que la agencia de inteligencia turca investiga el caso para esclarecer los motivos del ataque, según declaró el propio presidente Recep Tayyip Erdogan en una entrevista televisada.
Tanis tiene un largo historial de antecedentes penales en los últimos años que, según los medios locales, incluyen robos con violencia, ataques a la autoridad y acoso sexual callejero.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, convocó un gabinete de crisis inmediatamente después de conocerse el tiroteo y en sus primeras declaraciones dejó abierta la posibilidad de que se tratara de un ataque terrorista. “Nuestro país está hoy conmocionado por un ataque en Utrecht... una motivación terrorista no se puede excluir”, avanzó.
La proximidad del atentado de Christchurch, en Nueva Zelanda, donde hace tres días un tirador asesinó a 50 personas al atacar dos mezquitas, contribuyó a aumentar la alarma en Utrecht, en cuanto se conocieron las primeras noticias de los disparos. Una vez detenido el autor se rebajó el nivel de alerta y una cierta calma volvió a las calles de Utrecht. Había pasado el miedo, quedaban las víctimas y el dolor.
LA CAZA DEL ASESINO
La policía capturó a Gökmen Tanis después de horas de intensa búsqueda por la ciudad
EL MÓVIL DEL ATAQUE
No está confirmado si actuó por motivos terroristas o por cuestiones familiares