Beethoven en L’Auditori
He tenido la suerte de asistir a la interpretación por la OBC de la 9.º sinfonía de Beethoven en L’Auditori este fin de semana. Digo suerte, porque disfrutar de una obra tan excepcional e innovadora en su época es siempre un placer. Lamentablemente, en el contexto de la desorientación que caracteriza nuestra época, la dirección de L’Auditori ha concebido que era oportuno añadirle una puesta en escena.
Experimentar es positivo, pero para releer a Beethoven hay que estar a su nivel. Y, de entrada, si se tiene una mínima honestidad profesional, eso ya es muy difícil.
Si, además, lo único que se aporta es rellenar la obra con escenas de explícito contenido sexual con la única intención de ser polémico, se cae en el regodeo soez y chabacano (que ahoga un presunto bienintencionado mensaje). La dirección de L’Auditori no ha de equivocarse. El público no lo llenará gracias a polémicas. Ni si se le ofrece teatro experimental en vez de música. Pagamos por escuchar música y vivir una experiencia con sus intérpretes. Si se deslizan en la actual moda de la preeminencia de las puestas en escena (que tanto afecta a la ópera), perderán el norte.
Bienvenida la innovación, pero sólo cuando mínimamente aspire a aportar algo.
JUAN M. PÉREZ CORRAL Barcelona