Pacto de la comunidad educativa contra los guetos en las escuelas de Catalunya
PP, Cs, CUP y sindicatos se desmarcan del acuerdo promovido por el Síndic
El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, alertó hace dos años de que el funcionamiento del sistema educativo perpetúa la desigualdad en buena parte de la población. La Sindicatura analizó entonces todos los municipios catalanes y concluyó de la peligrosa guetización de los centros. Para lograr un equilibrio social, concluyó, sería necesario que un 48% de los niños extranjeros de perfil socioeconómico vulnerable de primaria, y el 39% de los de secundaria, cambiasen de centro. La elevada concentración del alumnado socialmente desfavorecido en determinadas escuelas condiciona negativamente la trayectoria educativa de sus alumnos.
La segregación se da dentro de los mismos barrios, donde hay escuelas públicas con porcentajes muy altos de extranjeros, y otras cercanas con índices mucho más bajos. Se da también entre escuelas con proyectos singulares que atraen a la población más informada, y centros públicos sin proyectos. Se da entre públicas y concertadas. Con el sistema de admisión actual, no se logra que los centros escolares de una misma zona tengan una composición social similar y por tanto, la escuela no sirve de ascensor social. “Es el problema número uno” de la educación, señaló ayer Rafael Ribó después de lograr que buena parte de la comunidad educativa y de partidos políticos firmaran el pacto contra la segregación escolar en Catalunya.
El acuerdo, que se revisará cada dos años y sus firmantes dará cuenta de su evolución en el Parlament, contará con una comisión de seguimiento que velará por su cumplimiento. No obstante, pese a que el diagnóstico de la desigualdad es un asunto compartido, el pacto nace cojo. Por dos cuestiones. El documento parte de la base de que habrá un aumento presupuestario para dotar de recursos a las escuelas con mayor concentración de alumnos con necesidades especiales, los centros de “alta complejidad”. Y cuenta con la necesidad de financiar mejor a aquellas escuelas concertadas que también matriculan este tipo de alumnado. Por tanto, existe el deseo de aumentar la dotación de la Conselleria d’Educació pero falta la concreción de unos presupuestos. El otro punto débil es la falta de consenso. En el terreno político, no lo han firmado los grupos parlamentarios de Cs y PP, porque no se recogen ninguna de sus propuestas, y la CUP, que considera que perpetúa un sistema injusto favoreciendo a la escuela concertada. En un comunicado conjunto con Fapac y Ustec-STEs, el partido señala que con este pacto se demuestra que “las administraciones públicas contribuyen a mantener la segregación”. Asimismo, si bien el arco de firmantes es amplio –el sector público y las patronales, asociaciones pedagógicas y el apoyo de 122 ayuntamientos de más de 10.000 habitantes– están ausentes el sindicato mayoritario de profesorado del sector público, UstecStes, que ganó recientemente las elecciones, CGT Ensenyament, la principal federación de ampas públicas (Fapac), y los sindicatos de estudiantes.
El síndic, Rafael Ribó, y el conseller de Educació, Josep Bargalló, resaltaron la “amplia mayoría” conseguida y destacaron en positivo que está respaldado por representantes de la escuela pública y concertada, ampas de escuelas de alta complejidad y alcaldes de diferentes partidos. “Todo el país está representado”, enfatizó Bargalló, por lo que se felicitó dada la situación de precampaña electoral. Además, para el conseller, no puede haber lucha contra la segregación “sin las patronales, los movimientos de renovación pedagógica y los padres de escuelas de alta complejidad”.
La propuesta estrella del acuerdo concierne, precisamente, a la escuela concertada. En el nuevo decreto de admisión escolar, que entrará en vigor en el curso 20202021, se garantizará una reserva de plazas en las escuelas con menor concentración de alumnado vulnerable para matricular aquellos que llegan a lo largo del curso. Se les garantizará la gratuidad. A cambio, el Govern se compromete a financiar mejor a esas escuelas.
Bargalló señala que no se puede luchar contra la segregación sin las patronales de la escuela concertada