El K2 golpea primero
Alex Txikon, alpinista
Tras alcanzar los 7.150 metros en su primer asalto invernal a la cumbre del K2, el alpinista Alex Txikon ha emprendido el viaje de regreso desde el campo base pensando en un nuevo intento el año próximo, con la satisfacción de haber recopilado nueva información de cara a los próximos asaltos al temible gigante del Karakórum.
La expedición de Alex Txikon abandonó ayer el que ha sido su cuartel general desde comienzos de enero, el campo base del K2, y emprendió la marcha de regreso por el glaciar del Baltoro. El alpinista vizcaíno, que junto con sus compañeros pernoctó en el campamento militar pakistaní de Goro 2, a 4.200 metros, contestó ayer por WhatsApp las preguntas de La Vanguardia sobre su primer intento de coronar la segunda montaña más alta del planeta, de 8.611 metros, en invierno. Hasta el momento nadie lo ha conseguido. Txikon, Cheppal y Pasang Sherpa alcanzaron el sábado la cota de 7.150 metros. Pero el intenso viento, con velocidades de más de 50 kilómetros/hora, les obligó a dar por finalizada la aventura a sólo cuatro días del inicio de la primavera.
Antes de partir comentó que para ser realistas había que plantearse el K2 invernal como un trabajo a tres años vista. ¿Cuál era su objetivo en este primer intento? ¿Se había fijado llegar a una determinada altitud?
No hemos venido aquí a buscar ningún récord sino a tratar de subir la montaña. Próximamente publicaremos los datos y las claves del K2 en invierno. La información que hemos recogido gracias a nuestra estación meteorológica no será para nuestro beneficio personal sino para toda la comunidad alpinística y reforzará nuestra tesis de que el K2 se ascenderá en marzo y no en febrero. Como comenté, el K2 no es venir y besar el santo, sino regresar y probar otra vez y otra vez.
Para Txikon la fecha límite para culminar el K2 era ayer pues hoy empieza la primavera. Otros montañeros consideran que para considerar el ascenso 100% invernal hay que subir como muy tarde a final de febrero. En este caso, considera más viable acometer el ascenso entre diciembre y mediados de enero pues en febrero las condiciones empeoran.
¿Volverá en el 2019? Si contamos con los medios y el equipo suficiente se podría intentarlo. ¿Por qué no?
¿Cómo les afectó la desaparición de Daniele Nardi y Tom Ballard en el Nanga Parbat y su participación en el operativo de búsqueda?
No nos afectó para nada, tan sólo perdimos una rotación. Todos los miembros de la expedición nos sentimos orgullosos de la decisión tomada. Quizás arriesgamos un pelín más de la cuenta pero es lo que se debía hacer, es lo correcto. Mucha gente nos pregunta si por haber ido al Nanga Parbat perdimos la oportunidad del K2: pues no.
Al final usted pudo verificar que las dos siluetas divisadas a 5.900 metros, en el espolón Mummery, eran los cuerpos sin vida de Nardi y Ballard. ¿Cómo funcionaron los drones en las tareas de búsqueda?
Primero, el día 5 o 6 fue cuando identifiqué o vi algo con los drones y tres días después es cuando ya lo confirmamos desde abajo con el telescopio. Los drones hicieron un trabajo de criba esencial cercando la zona donde podían estar ellos. Todo el mundo pensaba que había sido una avalancha, todo el mundo hablaba de una locura, pero nadie ha rectificado ni se ha sorprendido de que no hubiesen sido sepultados por un alud. Gracias a los drones, cercamos miles de metros cuadrados de superficie de una de las mayores paredes del planeta y obtuvimos la ansiosa respuesta.
Antes de la búsqueda había muchas incertidumbres, no se descartaba que estuviesen en la ruta Kinshofer, que bajaran por aquí o por allí... Había muchas hipótesis y los drones han sido muy valiosos, han volado muchísimas horas. Han sido claves para saber dónde estaban Daniele y Tom.
Si no fueron engullidos por una avalancha según se aprecia en las imágenes que se difundieron, ¿qué sucedió?
Murieron congelados intentando descender desde el campo 4, esa es nuestra conclusión, aceptada por el equipo de Daniele, tras el análisis sobre el terreno y de todas las pruebas.
Las tareas de rescate, en medio del conflicto con India, sumado a las condiciones que impone la compañía de helicópteros para volar, sugieren que escalar en Pakistán tiene complicaciones añadidas, más allá del reto alpinístico.
Hay que entender el país y no cabrearse. Cuando has estado trece veces aquí todo es sencillo.
Coincidieron en el K2 con una expedición ruso-kazaja-kirguís con la que a priori habían previsto colaborar. Al final cada uno fue por su cuenta. ¿Qué pasó?
Habrá que preguntárselo a ellos. Se rumoreó que era por temas de competencia. Por nuestra parte fue todo lo contrario. La verdad absoluta no suele existir pero en este caso está más que claro que sólo había una línea nueva de cuerda, equipamos de los 5.300 hasta los 7.150 metros, 3.000 metros de cuerda en 72 reuniones. Y nos sentimos muy orgullosos de que ellos hayan utilizado nuestras cuerdas.
No son pocos los ochomiles que se han convertido en vertederos de altura debido a los desechos que los expedicionarios dejan en su camino hacia la cima. Ustedes se planteaban una expedición más respetuosa con el medio ambiente. ¿Se han llevado la basura?
Hemos empaquetado más de 200 kilos, separando el plástico, que se bajarán durante esta primavera. Como anécdota contar que cuando se evacuó a Nuri Sherpa debido a las congelaciones que sufría metimos tres sacos de basura en el helicóptero. Nos felicitaron porque, según dijeron, era la primera vez que se sacaban desechos por el aire. También hemos bajado cinco bidones con heces y queda mucho por hacer. Por ejemplo, cada día se generan dos litros de orina por persona y eso tiene un impacto importante en un glaciar como éste. Si regresamos habrá que buscar maneras para tratar esa orina.
DANIELE NARDI Y TOM BALLARD “Murieron congelados intentando descender desde el campo 4, esa es nuestra conclusión”
LOS RESIDUOS “Hemos empaquetado más de 200 kilos, separando el plástico, que se bajarán durante esta primavera”