Una carta relanza el móvil terrorista en el tiroteo de Utrecht
Ayer, mientras los habitantes de la ciudad de Utrecht depositaban ramos de flores en la plaza 24 de Octubre, el lugar del asesinato el lunes de tres personas, las investigaciones policiales daban un giro inesperado y se volvía a abrir paso la hipótesis del móvil terrorista.
Dos argumentos apuntalaban la posibilidad de que el ataque del tranvía fuera un atentado terrorista. Por un lado, una nota encontrada en el vehículo en que el asesino, el turco Gökmen Tanis, de 37 años de edad, huyó del lugar del tiroteo. No se ha especificado su contenido pero ha llevado a la Fiscalía holandesa a “tomar en cuenta seriamente” la motivación terrorista. Y, por otro lado, también juega a favor de esta posibilidad el hecho que la policía haya descartado que el agresor tuviera algún tipo de relación familiar con alguna de las víctimas de su ataque.
Aunque nunca se descartó la posibilidad de que se tratara de un ataque terrorista, el lunes por la tarde todo parecía indicar que el tiroteo tenía más relación con algún problema familiar. Así lo apuntaron familiares del agresor, desde Turquía que recogió la agencia de noticias de aquel país Anadolu y también parecía encajar con la declaración de algunos testigos, que dijeron que el agresor se dirigió contra una persona en concreto y después disparó contra los que intentaron ayudarla.
También se supo que el autor de los disparos tiene un largo historial de antecedentes por delitos comunes. Según fuentes policiales, tiene al menos nueve casos desde el 2012, que incluyen ataques a la autoridad, robo y acoso sexual. En el 2017 ya había sido detenido como sospechoso de una violación, pero finalmente quedó en libertad. En enero de este año volvió a la cárcel por no respetar las condiciones de su control judicial, y sólo hace quince consiguió la libertad después de comprometerse a colaborar en la investigación. Y aún hay casos más recientes. Este mismo mes de marzo, tuvo dos condenas por delitos menores, uno por robar en una tienda y el segundo por un robo en un domicilio. Además de Gökmen Tanis, hay otros dos sospechosos detenidos que están siendo interrogados por su posible relación con el caso, según indica la policía.
En conclusión, ahora mismo prima la hipótesis de un atentado terrorista, pero no hay diagnostico definitivo y la policía mantiene todas las opciones abiertas. Respecto a las víctimas mortales, se trata de una mujer de 19 años residente en Viane, y dos hombres, de 28 y 49 años, de Utrecht. En el hospital continúan tres heridos de gravedad, dos jóvenes de 20 años y un anciano de 74. “Un día después, aún estoy lleno de horror”, dijo el primer ministro Mark Rutte, añadiendo que los investigadores tienen aún mucho trabajo para dilucidar lo qué ocurrió en el tranvía de Utrecht.
La policía holandesa descarta cualquier relación familiar entre el asesino y sus víctimas