Trump escenifica su satisfacción de conocer al ‘Trump de los trópicos’
El líder de EE.UU. expresa a Bolsonaro su deseo de que Brasil ingrese en la OTAN
La admiración se expresa desde la corbata. El presidente Donald Trump vestía ayer una larga en exceso, como es habitual, porque, según dicen, cree que eso le disimula el sobrepeso.
Así que su invitado en la Casa Blanca, Jair Bolsonaro, le imitó en longitud, pese a lucir como un pincel al lado de su ídolo, del que, en su camino a la presidencia de Brasil, también le copió el uso de Twitter para denigrar a los rivales o el empleo del término fake news para despreciar a los que denuncian sus mentiras.
“Me enorgullece que utilices lo de fake news”, le comentó el anfitrión al invitado en rueda de prensa. Trump conoció en persona al Trump de los trópicos y la química populista se palpó desde el primer minuto. Se intercambiaron camisetas de las selecciones de soccer, con sus nombres en las respectivas prendas.
Trump aseguró recordar a Pelé y, ¿casualmente?, la zamarra que le regaló Bolsonaro llevaba el diez, el número del “mejor de todos los tiempos”, según el brasileño.
“Es un honor recibir al presidente Bolsonaro. Compitió en una campaña increíble. Algunos dicen que a la gente les recordó un poco a nuestra campaña, algo que me honra”, prosiguió Trump en la recepción en la sala oval. “Si con otros presidente había hostilidad, no conmigo”, reiteró.
Bolsonaro correspondió a esa bienvenida con gratitud. “Tenemos muchas cosas en común y es un motivo de orgullo y satisfacción. Él quiere un Estados Unidos grande, yo también quiero un Brasil grande”, recalcó.
Ya en el exterior y a preguntas de los periodistas –seleccionados previamente–, Trump insistió en su sintonía, en especial en la crisis de Venezuela, asunto en el que elogió la actitud de su colega, que de inmediato siguió los pasos de EE.UU. al reconocer a Juan Guaidó como presidente interino.
“Todas las opciones están abiertas, todo está sobre la mesa”, subrayó a la pregunta concreta de una posible intervención militar para echar a Nicolás Maduro del poder. Bolsonaro despejó la pelota y comentó que estas cosas no se discuten en público. Su Ejecutivo hasta ahora se ha opuesto.
Sin embargo, Trump matizó que “no hay un marco concreto de tiempo” para la caída de Maduro y sostuvo que todavía “queda margen para sanciones más duras”. El Departamento de Estado anuncio ayer la imposición de nuevos castigos
“Todas las opciones están abiertas”, insiste Trump sobre una posible intervención militar en Venezuela
económicos. Otro anuncio. “Designaré a Brasil como un aliado estratégico fuera de la OTAN, o quizá solicite su ingreso como aliado en la OTAN”, indicó. Brasil se convertirá así en el segundo país latinoamericano, después de Argentina, con el estatus especial de aliado militar estratégico de Estados Unidos fuera de la citada organización. Esto le abre la puerta a la entrega de artículos excedentes de defensa y a maniobras conjuntas.
El mandatario estadounidense también confirmó que ha cerrado un acuerdo con Bolsonaro de cara a usar la estratégica base espacial de Alcántara, en Amazonia, para lanzar satélites espaciales.
El anfitrión abogó, además, por reforzar los lazos comerciales con el gigante sudamericano –siempre que no se enfade China, su principal aliado en ese terreno– y dio su apoyo a que entre en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Brasil presentó en el 2018 su solicitud para ingresar en el club de los países ricos. Pero el camino es largo.
Carente del estilo de o rei Pelé. Bolsonaro trató de driblar la cuestión de las elecciones en el 2020 en Estados Unidos –“es un asunto interno”–, aunque le traicionó el color de la camiseta:
“Creo que Trump ganará la reelección”. Como cualquier hooligan, atisbó goleada.