El acompañamiento cercano
Los institutos Sins Cardener (Sant Joan de Vilatorrada) y Bovalar (Castelló), así como el colegio Virolai, son referentes de buenas prácticas en cuanto a la orientación del alumno. En realidad, el trabajo que realizan es más profundo que una orientación “académica” o “profesional”. Buscan una orientación “personal” en la que finalmente el alumno esté preparado para decidir en función de sus intereses y expectativas porque se dan las circunstancias clave: conocimiento de sus fortalezas y de sus aptitudes. Y porque se han dado pequeñas inmersiones o acercamientos al mundo laboral. “El conocimiento de uno mismo es un eje vertebrador del currículum desde los 3 a los 18 años”, indica Coral Regí, directora del Virolai. “Partimos de la base que estos chicos van a ejercer muchas profesiones, tendrán que reinventarse, por tanto lo que tienen que hacer es conocer sus fortalezas para poder adaptarse a los cambios del mundo laboral”. En cuanto a la continuidad, “les enseñamos las profesiones con mil ejemplos, con padres, exalumnos, estancias en empresas, para que las vean desde ángulos distintos”. En el Sins Cardener trabajan con planes personales de mejora. “En 1.º de ESO nos sentamos con el alumno y su familia –explica David Atzet–, trazamos un plan de mejora pormenorizado con estrategias determinadas. Este es un documento vivo que se revisa en las tutorías semanales. Si un niño muestra desorden, por ejemplo, señalamos retos concretos y asumibles: uso de la agenda, presentaciones, control de documentos virtuales... y vamos viendo los logros. Eso le
obliga a tomar conciencia sobre sí mismo y a comprometerse con su aprendizaje”, indica. En cuanto a salidas formativas, los proyectos les ayudan a conocer el mundo laboral. Y el instituto prepara una feria de oficios con 60 puestos en los que se realizan actividades y talleres . En el IES Bovalar se promueve un plan de acción intensivo de orientación a partir de 3.º de ESO, con la participación de profesionales de diferentes campos. El director Toni Solano describe las jornadas Orienta’T, en las que, además de ponencias de docentes universitarios o escuelas de idiomas: “Exalumnos participan en mesas redondas con los estudiantes de bachiller para compartir sus experiencias humanas, académicas y profesionales, de manera cercana y con mayor confianza que la que puede ofrecer cualquier otro docente. Queremos también acercar experiencias de formación profesional para desmitificar eso de que los ciclos formativos son para los que no valen para el bachiller”.