Investigados unos supuestos abusos de un escolar de 10 años a otro de 5
El Departament d’Ensenyament confirmó ayer que tiene abierto un expediente para hacer el seguimiento de un caso de supuestos abusos sexuales entre dos escolares, de 10 y 5 años, en un colegio de Lleida. Una agresión que fue denunciada a finales de octubre del pasado año por los padres de la presunta víctima (el niño de 5 años) pero que no había trascendido hasta ahora.
La noticia saltó ayer después de que los progenitores del menor supuestamente agredido confirmaran al diario Segre la existencia de la denuncia y narraran que acudieron a los Mossos al contarles su hijo que otro escolar mayor que él, de 10 años, lo empujó contra una pared, le bajó los pantalones e intentó hacerle una felación. Todo acabó al irrumpir en ese escenario una alumna.
Desde el colegio donde ocurrieron esos hechos (un centro concertado de la zona alta de Lleida) aseguraron ayer que se activaron todos los protocolos al tener conocimiento de la existencia de la denuncia. Esas mismas fuentes indicaron que una vez conocidas las versiones de los dos alumnos (que no coinciden) se adoptaron medidas con el supuesto agresor –habría sido expulsado unos días del colegio– al mismo tiempo que Ensenyament incoaba un expediente de seguimiento con esos dos alumnos, como marca el protocolo y que aún sigue activo.
Los padres del escolar de 5 años habrían pedido desde el primer momento la expulsión definitiva del centro del alumno de 10 años. Una solicitud rechazada por los responsables del centro, al estimar que esa medida no era necesaria tras la investigación interna. La respuesta de los docentes no agradó a los progenitores del niño de 5 años, que decidieron sacarlo de esa escuela para llevarlo a otro colegio.
El hecho de que el asunto se haya hecho ahora público, pasados tantos meses del incidente, ha sorprendido al equipo directivo del centro que había dado ya por cerrado el caso a nivel interno, con independencia del seguimiento que Educació está haciendo de la evolución de los dos alumnos y la investigación paralela iniciada por los equipos de infancia de la Generalitat. “Nosotros sólo podemos decir que tenemos la conciencia muy tranquila”, afirmó ayer una profesora de ese colegio.
La Fiscalía de Menores de Lleida tuvo también conocimiento del caso en su día, aunque no se ha tramitado ninguna diligencia dada la corta edad del supuesto abusador. Es inimputable al tener menos de 14 años y no se le puede exigir ninguna responsabilidad penal. La Fiscalía sólo puede seguir, sin intervenir, la evolución de la investigación de seguimiento desde el ámbito educativo y en el área de Infància.
Lo que más sorprende, en este caso, es la corta edad del presunto agresor. De confirmarse esos abusos sexuales por parte de un niño de sólo 10 años, el trabajo de los expertos se centraría en descubrir los motivos que propiciaron esa conducta. Por otros casos conocidos se sabe que esos agresores tan precoces han podido padecer abusos o copian conductas o escenas ya vistas. Indagar en su entorno familiar resulta crucial.
EN OCTUBRE
El colegio asegura que activó los protocolos y se sorprende que se haga público ahora
SIN RESPUESTA
Los padres de la víctima han sacado a su hijo del colegio tras pedir que expulsen al agresor