Champions: el Barça femenino pone un pie en las semifinales
El Barcelona encarrila la eliminatoria con un recital de fútbol y goles
El regreso a la competición tras el parón de selecciones no ha podido sentarle mejor al Barça. Si el domingo volvía a la vida en la Liga Iberdrola al arrebatarle tres puntos de oro al Atlético de Madrid en un Wanda Metropolitano de récord, esta vez la fiesta continuó en el Miniestadi. Las jugadoras de Lluís Cortés golearon al noruego LSK Kvinner en el primer asalto de los cuartos de final de la Champions League. Un resultado que invita al optimismo de cara a futuras metas más ambiciosas en la máxima competición continental. El partido fue una fiesta para las 5.563 almas entregadas con el equipo. Hasta se atrevieron con hacer la ola, prueba del buen ambiente que se respiraba en el día de la mejor entrada de la temporada. Cuesta todavía enganchar al barcelonista a los partidos del femenino, pero la dirección es la adecuada.
Si la afición puso los cánticos desde la grada, Tony Duggan se encargó de la música sobre el campo. La delantera de Liverpool se erigió en la protagonista de la tarde con dos goles deliciosos. De especial bella factura fue el segundo, cuando remató de primeras y con mucha clase un centro preciso de Martens. Sólo habían transcurrido 23 minutos y las mujeres de Lluís Cortés ya dominaban por 2-0. Y es que la primera parte rozó la perfección. El Barça salió mentalizado para dejar encarrilada la eliminatoria antes de viajar la próxima semana a Noruega. Facilitó la labor el gol tempranero de Duggan, tras una buena combinación entre Mariona y Torrejón. Duggan no participó tanto del juego de su equipo, pero hizo olvidar la baja sensible de Oshoala. Se movió, no se cansó de pedir el balón y lució su instinto asesino hacia la portería contraria. Con el tanto ante el Atlético, ya son tres goles en dos partidos.
El gol de los primeros minutos no varió los planes. El conjunto blaugrana se dedicó a explotar lo que mejor sabe hacer: ritmo alto de balón hasta llevar a la extenuación al LSK. Más allá de ser fieles a su estilo de juego, destacó la intensidad en la presión y la recuperación rápida del balón tras pérdida. Esa suma de ingredientes grupales aliñados con destellos individualidades sólo podían conducir el duelo hacia la victoria. El juego entre líneas de Alexia. Los regates de Mar- tens. Las incursiones de las laterales. La seguridad de Mapi. Todo salió rodado. Ni Syrstad Engen, que jugará en el potente Wolfsburgo la próxima temporada, pudo demostrar nada en un equipo dedicado a perseguir sombras.
Parecía que el Barcelona sería dañino cada vez que se lo propusiera. A veces abusó del disparo lejano, pero cada vez que se metía hasta la cocina mediante la combinación, la sensación de peligro se disparaba. Unas manos dentro del área todavía en la primera parte sentenciarían el encuentro. Se encargó de transformar el penalti Mariona pese a la buena estirada de Fiskerstrand. Qué mejor manera de celebrar los 23 años cumplidos un día antes.
Bajaron las revoluciones en la segunda parte. Media eliminatoria estaba en el saco, aunque era esencial mantener la portería a cero. En la única oportunidad clara del LSK, Paños supo responder con una parada de mérito después de un saque de esquina. Pudieron las blaugrana ampliar aún más la ventaja con varias ocasiones de peligro, pero el resultado no se movería. Un resultado con el que soñar.