Richard Sennett
El sociólogo Richard Sennett abre el festival Kosmopolis, en el CCCB hasta el domingo
SOCIÓLOGO
Es de destacar que uno de los ensayistas más reconocidos del mundo (76) haya presentado en Barcelona, ayer, su libro Construir y habitar, en el que analiza los espacios urbanos en el mundo global y desmonta algunos tópicos.
Anoche, en la calle Montalegre, una pareja de sintechos parecían discutir, en una lengua ignota, mientras arrastraban un carrito de supermercado lleno de enseres. En el fragor de su diálogo, ni sospecharon, al pasar frente a la puerta iluminada del Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), que allí dentro había unos señores hablando de ellos. Por ejemplo, el sociólogo estadounidense Richard Sennett (Chicago, 1943), quien defendía, frente a un sector del público, que “la desigualdad no es el principal problema de nuestras ciudades”.
Las palabras no son contenedores vacíos en Kosmopolis, el festival literario del CCCB, que se inauguró ayer y se extenderá hasta el domingo con un programa en el que brillan nombres como Sennett, Enrique Vila-Matas o Gonçalo M.Tavares –que intervinieron ayer– o Julian Barnes, Susan Orlean, Dave Eggers (este, por videoconferencia), Agustín Fernández Mallo, Rodrigo Fresán, Marina Garcés, Han Kang, Ray Loriga, Luna Miguel, Eva Baltasar, Nuccio Ordine o Najat El Hachmi, entre otros.
Esta especie de “Sónar de la literatura”, dirigido por Juan Insúa, pone al mismo nivel el ensayo y la ficción y se estructura en ejes temáticos, que abordan cuestiones como la física cuántica, la revolución feminista, las derivas del capitalismo o las influencias del cineasta Stanley Kubrick, todo ello junto a actuaciones, proyecciones y un apartado dedicado a las máquinas –más bien softwares– capaces de construir historias.
Eso es lo primero que se encontraba ayer el visitante madrugador: la exposición Laboratorio de historias, una “muestra de artefactos narrativos”. Si alguien creía que la inteligencia artificial lo podía hacer todo menos literatura, no tiene más que venir aquí para salir de su error. Verá un robot poeta, otro cuentista, uno capaz de mantener chats amorosos en Tinder utilizando exclusivamente frases extraídas de El amante de Lady Chatterley, otro que redacta obras de teatro... “Son máquinas con redes similares a las conexiones neuronales –explica Eulàlia Guarro, coordinadora–, las entrenamos con recursos que alimentan algoritmos”. ¿Y la de poesía qué come? “Le hemos suministrado cientos de sonetos de Josep Pedrals, hasta el punto de que podemos decir que imita su estilo”. De hecho, el sábado se producirá un esperado duelo hombre-máquina similar al que, en ajedrez, encaró a Kasparov ante Deep Blue: el propio Pedrals se enfrentará a la máquina en un duelo de improvisación.
En esta sección, hay espacios dedicados a los audiolibros, los pod-
EXPOSICIÓN INTERACTIVA Los nuevos formatos narrativos y la inteligencia artificial, protagonistas
HOMBRE FRENTE A MÁQUINA El poeta Josep Pedrals competirá con una máquina capaz de hacer sonetos
casts, los documentales interactivos, la realidad virtual y nuevos formatos como las narraciones en Twitter, que traerán a Manuel Bartual a un taller (ya saben: “Ando de vacaciones desde hace un par de días. Iba todo bien hasta que han comenzado a suceder cosas raras...”).
El sociólogo Richard Sennett abrió los debates, presentando su ensayo Construir y habitar (Anagrama/Arcàdia) y aprovechó para rebatir lo que calificó de “izquierdismo panfletario” de una parte del público que opinaba que la desigualdad es el mayor problema de nuestras ciudades.
Su libro número 15 sobre urbanismo recorre la historia de las ciudades desde las polis griegas hasta el Shanghai del siglo XXI. Planificadores como Haussmann o Cerdà se mezcan con arquitectos como Le Corbusier o filósofos como Husserl. Para él, supone “la culminación de mi trilogía del homo faber iniciada con El artesano (2008), sobre los objetos que producimos, y continuada en Juntos (2012), acerca de los diálogos de las personas entre ellas. La gente produce del mismo modo en que vive, las cosas no surgen de modo aislado y la gente tiene una aproximación eminentemente física a las cosas. Este tercer libro es sobre el diálogo que tienen las personas con los entornos construidos por ellas y con las estructuras de las ciudades donde viven”.
Con ejemplos concretos, como el neoyorquino Central Park o la sede de Google, pasando por bibliotecas de Medellín o el trazado urbano de Delhi, Sennett discute el planteamiento de Habermas de que debemos dialogar con los otros, con los diferentes, para encontrar espacios comunes. “Yo, al contrario, creo en las conversaciones difíciles, con obstáculos, donde no entendemos