‘Vanguardia Dossier’ analiza los síntomas del agotamiento europeo
Falta de liderazgos, populismos y el Brexit comprometen el proyecto de la Unión
La Unión Europea da síntomas de agotamiento. Los motivos de esa fatiga se arrastran desde la crisis económica y financiera que empezó en el 2008, y algunos analistas apuestan a que esa falta de impulso viene incluso de más lejos. Casi sin tener tiempo para recuperarse de los retrocesos sociales que ha causado ese periodo crítico, la irrupción de los populismos, con el Brexit como una de sus más espectaculares manifestaciones, y la falta de liderazgos claros abocan a Europa a una nueva transición que los más pesimistas creen que podría acabar con ella.
Vanguardia Dossier asume de nuevo el reto de analizar esa realidad europea en un momento tan delicado como el actual. El exprimer ministro italiano y politólogo Enrico Letta se enfrenta a esta tarea con un artículo titulado El tercer acto de la historia europea. Letta habla de una tercera reconversión en la que, bajo su punto de vista, se encuentra la Unión Europea tras la grave crisis del euro. Alerta sobre el auge de las formaciones políticas euroescépticas, algunos representantes de los cuales podrían empezar a ocupar cargos de responsabilidad dentro del este club que forman los 28 estados miembros.
Las fuerzas que representan postulados contrarios al espíritu de la Unión, cuando no directamente encuadrados en la extrema derecha, es uno de esos grandes retos. Jan-Werner Müller, profesor de Política en la Universidad de Princeton, aboga por que los grandes grupos políticos de Europa más tradicionales pierdan el miedo a estos nuevas formaciones –y hasta gobiernos– autocráticas: “La renuncia de la UE a proteger en un Estado miembro la democracia liberal traicionará las esperanzas de los ciudadanos del país en cuestión, que depositaron su confianza en la UE como garante de algún tipo contra nuevas formas de autoritarismo”. En el plano económico, son diversos los analistas que consideran que, pese a la crisis del euro, la moneda ha sobrevivido. Y no sólo eso. Hay quienes, como Jeronim Zettelmeyer, del Instituto Peterson para la Economía Internacional, ven en él un freno a la inflación. Sin embargo, considera que es necesario que la moneda satisfaga a todos los estados miembros. Para ello, como sostienen en su artículo Michel Aglietta y Nicolas Leron, profesor emérito de la Universidad París-Nanterre e investigador asociado al Centro de Investigaciones Políticas Cevipof Sciences PO, respectivamente, una de las opciones sería la institución de un presupuesto dotado de recursos fiscales propios bajo la autoridad del Parlamento Europeo.
Los desafíos son internos, pero también externos. El hecho de que China se haya convertido en el máximo inversor extranjero en la Unión, el desapego de Donald Trump a ciertas alianzas con Europa y una Rusia que aprovecha cualquier ocasión para desestabilizar fuerzan al Viejo Continente, según Manuel Castells, catedrático emérito de la Universidad de California-Berkeley, a construir una identidad basada en los valores fundacionales de la Unión.
El Viejo Continente se enfrenta a nuevas corrientes ideológicas que combaten los valores fundacionales