El PP confía a Álvarez de Toledo su cambio de relato en Catalunya
La candidata se compromete a combatir la “xenofobia” del proceso independentista
Expectación, dudas, ilusión, temores y ganas de voltear los sondeos negativos. Una mezcla de sentimientos encontrados se expresaron ayer en la presentación en Barcelona de la candidatura de Cayetana Álvarez de Toledo con el PPC para el 28-M. “Españoles de Catalunya, catalanes de España, ciudadanos libres e iguales, buenas noches y gracias por estar aquí”. Con esta frase Álvarez de Toledo arrancó una empresa en Catalunya de la que dependen, en buena parte, la supervivencia del partido en esta comunidad –después de haber sido laminado por Ciudadanos y de ser amenazado ahora por Vox– y también las posibilidades de Pablo Casado de entrar esta primavera en la Moncloa.
Desbordado el aforo y con presencia de muchos de los pesos pesados populares (Jorge Fernánez, Alicia Sánchez-Camacho, Enric Millo, Dolors Montserrat, Xavier García Albiol), como queriendo desmentir el malestar que ha causado en parte de la vieja guardia la renovación sin anestesia aplicada por Pablo Casado y Alejandro Fernández en la lista electoral, la candidata se estrenó mostrando que su choque con el independentismo será frontal y sin concesiones, porque, avisó, está en juego la supervivencia del Estado constitucional. “Cada vez que digan que por no hablar catalán no tengo derecho a presentarme por Barcelona dejan en evidencia la sucia exclusión de su proyecto, el rostro amarillo de su xenote fobia”, afirmó ante un auditorio que acabó entregado a la flamante candidata. “No tengo que pedir permiso para defender la España constitucional”, añadió antes de lanzar una petición al independentismo: “vuelvan al camino de la concordia, la paz y la Constitución”.
La apuesta del PP por Álvarez de Toledo, historiadora, periodista con una importante presencia en tertulias de radio y televisión, impulsora de la entidad Libres e Iguales, exdiputada de los populares en el Congreso hasta el 2015 –cuando dejó el escaño por sus desavenencias con Mariano Rajoy–, y con un papel decisivo para que figuras internacionales como el escritor Mario Vargas Llosa o el historiador John H. Elliott se hayan posicionado en los últimos años públicamen- contra el independentismo catalán, no es sólo una renovación de caras respecto a etapas anteriores.
Intenta sobre todo un cambio de relato después de que Ciudadanos haya arrebatado al PP desde el año 2014 la bandera de la oposición al independentismo en Catalunya. Se trata, entienden tanto Casado, Fernández y la propia Álvarez de Toledo, de enfrentarse al proceso independentista combinando “dureza e inteligencia, contundencia y argumentación”, ya que es ante todo una “guerra cultural” e ideológica contra la “política identitaria” .
Con el perfil de Álvarez de Toledo, con una estrecha vinculación familiar con Barcelona, pero también de su número dos, el periodista y tertuliano Joan López Alegre, y el número cuatro, Juan Milián, siempre en la sala de máquinas del partido y considerado uno de los intelectuales más influyentes del nuevo conservadurismo, el PP cree que puede “desmontar muchas de las mentiras del proceso” sin salirse de la partitura constitucional, amén de recuperar parte del voto que cambió la casa popular por la de Cs y frenar la tentación que tienen muchos simpatizantes populares de fugarse a Vox, que tiene en la provincia de Barcelona el número más alto de afiliados después de Madrid.
“No nos vamos a engañar, Barcelona y Catalunya son uno de los sitios de España más difíciles para el PP”, ha admitido la candidata estos días, que estuvo varias semanas sopesando la oferta –algunos señalan que caramelo envenenado– del PP para entrar en el escenario político catalán y se decidió, dijo, por el “respeto” que tiene al nuevo proyecto que ha iniciado Alejandro Fernández. Los últimos sondeos que maneja el partido les otorgan cuatro escaños por Barcelona y uno por Tarragona.
La apuesta de Albert Rivera por colocar a Inés Arrimadas como número uno por Barcelona para el 28-A está también detrás en la decisión de Casado de recurrir a Álvarez de Toledo, desplazando a última hora a la exministra Dolors Montserrat. Pero también su contundente discurso contra Vox por ser un partido nacionalista.
“Es un honor tener a una persona tan brillante y una patriota tan valiente como candidata”, afirmó ayer Casado, quien, junto a Alejandro Fernández y Josep Bou, arroparon ayer a Álvarez de Toledo.
Sobre el tipo de campaña que está diseñando la candidata y su equipo, aseguran que tendrá presencia en toda Catalunya, con actos en Girona, Tarragona, Lleida, además de Barcelona, con presencia en “muchos barrios populares”.
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“No tengo que pedir permiso para defender la España constitucional”, avisa