Gran éxito investigador en Catalunya
DOS investigadoras del Instituto de Oncología de Vall d’Hebron (VHIO) han creado un fármaco que podría llegar a ser eficaz contra la mayoría de los cánceres. Hasta el momento se ha experimentado solamente en animales de laboratorio para tratar cánceres de pulmón, pero los resultados obtenidos son muy esperanzadores. El descubrimiento es fruto de un intenso trabajo realizado en los últimos años por las investigadoras Laura Soucek y Marie-Eve Beaulieu. Las dos han logrado desarrollar un nuevo concepto de fármaco en el arsenal contra dicha enfermedad.
El descubrimiento realizado en los laboratorios de Vall d’Hebron no se basa en una mejora de productos ya existentes sino en una nueva estrategia farmacológica. Es la primera terapia molecular que ataca una proteína localizada en el núcleo de las células tumorales y que incluso podría llegar a revertir su proceso de crecimiento. En este sentido, podría suponer un avance espectacular en la lucha para acabar con el cáncer.
Pese a todo, como sucede con toda investigación, hay que contemplarla con cautela hasta que esté más perfeccionada. Un avance científico no es sinónimo de avance terapéutico. Una cosa es la fase actual de la investigación, en la que algunos progresos tangibles abren las puertas a una fundamentada esperanza, y otra una hipotética fase futura en la que todos los enfermos puedan beneficiarse de este recurso. El próximo paso que dar, por tanto, será ensayar en pacientes el nuevo fármaco, que ha sido bautizado con el nombre de Omomyc, para valorar realmente su eficacia.
El citado avance científico se suma a la larga serie de éxitos en investigación biomédica logrados en hospitales y centros científicos de Catalunya, donde se ha conseguido desarrollar en los últimos años un ecosistema investigador en ciencias de la vida y de la salud de primer nivel, que se encuentra entre los más potentes de Europa y entre los que crecen a más velocidad.
La clave del éxito de la llamada biorregión de Catalunya, tanto en centros públicos como privados, está en la captación de talento. La prueba de ello es que la bióloga Laura Soucek, creadora del citado fármaco contra el cáncer, procede del programa Icrea, diseñado en su día para recuperar y atraer científicos e investigadores de primer nivel. Pero, pese a los éxitos conseguidos, no hay que bajar la guardia, hay que reforzar la captación de talento y los volúmenes de inversión y mejorar la transferencia de tecnología para que los avances en investigación que se logran se traduzcan en productos y servicios que puedan llegar rápidamente a la sociedad.