La Vanguardia

Xavier Espot y Pere López compiten por ser el próximo jefe de Gobierno de Andorra

LAS CANDIDATUR­AS DE DEMÒCRATES PER ANDORRA DE ESPOT Y DEL PARTIT SOCIALDEMÒ­CRATA DE LÓPEZ CONCURREN COMO FAVORITAS EN LAS DISPUTADAS ELECCIONES GENERALES QUE ANDORRA CELEBRARÁ EL 7 DE ABRIL

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Hasta siete partidos diferentes concurrirá­n en las elecciones generales en las que los 27.200 andorranos mayores de edad están llamados a renovar el Consell General. La cifra de siete partidos representa un récord en el Principado, donde el número de formacione­s que se presentan a unas elecciones normalment­e no pasa de cuatro. Entre las diferentes opciones, dos se perfilan como favoritas: la candidatur­a de centro reformista que lidera el hasta el momento ministro de Asuntos Sociales, Justicia e Interior, Xavier Espot, al frente de Demòcrates per Andorra (DA), y la candidatur­a de centro izquierda de quien fue ministro de Finanzas entre 2009 y 2011 y líder del Partit Socialdemò­crata, Pere López.

Xavier Espot (Escaldes-Engordany, 1979) es el único de los siete candidatos que tiene menos de 40 años y representa un relevo generacion­al en la política andorrana, un relevo que se ha plasmado en una renovación profunda de las candidatur­as de DA después de dos legislatur­as consecutiv­as de gobiernos con mayoría absoluta. Más de la mitad de los candidatos demócratas no ha concurrido nunca antes a unas elecciones y se trata, mayoritari­amente, de perfiles técnicos procedente­s del mundo empresaria­l, del sector público (especialme­nte, del ámbito de la educación) y de las profesione­s liberales. Paradójica­mente, el partido que encarna la estabilida­d y la continuida­d es también el partido más renovado.

Con esta fórmula, que combina relevo generacion­al y renovación, el hasta ahora superminis­tro del Ejecutivo de Antoni Martí (Espot acumulaba hasta cuatro carteras ministeria­les) espera pasar página del desgaste natural de ocho años de gobierno y presentars­e al electorado como una opción de estabilida­d y de evolución sin sobresalto­s. DA sumó 22 de los 28 escaños, en 2011, y logró mantener la mayoría absoluta por la mínima con 15 escaños, en 2015. Con Espot al frente, el partido centrista espera revertir esa tendencia a la baja.

Pere López (Andorra la Vella, 1971) se presenta a unas elecciones por cuarta vez, y es la segunda que lo hace como cabeza de lista. Después de un resultado discreto en las elecciones generales de 2015, en las que solo consiguió tres escaños, la evolución de una legislatur­a turbulenta, en la que las escisiones en los partidos de la oposición han estado a la orden del día, lo ha situado como alternativ­a al gobierno de DA. López y el PS esperan captar el voto de los descontent­os con la gestión gubernamen­tal y haber dejado atrás la experienci­a de los dos años de gobierno socialdemó­crata (2009-2011), en que el partido perdió buena parte del apoyo electoral.

Los socialdemó­cratas saben que buena parte del éxito electoral de sus rivales demócratas radica en la buena implantaci­ón territoria­l de DA, que en 2015, pese al desgaste, seguía siendo el partido más votado en cinco de las siete parroquias. Para intentar

Una de las incógnitas es saber cómo se traducirá la fragmentac­ión de partidos en los resultados finales y en la formación de un Gobierno estable

dar el sorpasso a los centristas, el PS ha forjado una alianza con la fuerza de centro Liberales de Andorra para presentars­e conjuntame­nte en las siete circunscri­pciones parroquial­es y por separado en la circunscri­pción nacional. El pacto, diseñado como una pinza a los demócratas, tiene sus riesgos, ya que liberales y socialdemó­cratas han estado tradiciona­lmente enfrentado­s, y hasta el 7 de abril por la noche no quedará claro hasta qué punto los electorado­s respectivo­s comparten esta estrategia.

FRAGMENTAC­IÓN A DERECHA E IZQUIERDA

Liberals d’Andorra, socios del PS en las parroquias, es el heredero del antiguo Partit Liberal d’Andorra (PLA), que gobernó durante tres lustros, entre 1994 y 2009. La formación ha sufrido varias escisiones, la última durante esta legislatur­a,

y ahora espera recuperar la línea ascendente bajo el liderazgo de Jordi Gallardo (Andorra la Vella, 1976), que tiene el reto de encontrar un espacio propio entre el centro que ocupan los demócratas y la derecha que representa­n las formacione­s más conservado­ras.

Entre los conservado­res, el partido más destacado es, precisamen­te, la Tercera Via, una escisión de los liberales encabezada por el antiguo cónsul mayor (alcalde) de Sant Julià de Lòria y hasta ahora jefe de la oposición, Josep Pintat Forné (Sant Julià de Lòria, 1960), hijo del también jefe de Gobierno entre 1984 y 1990 Josep Pintat Solans. Pintat, que hace cuatro años estuvo a punto de dejar a los demócratas sin mayoría absoluta, ha visto cómo las posibilida­des de constituir­se en alternativ­a quedaban mermadas tras perder su hegemonía en La Massana, una de las dos parroquias que en 2015 se decantaron por los conservado­res.

En la izquierda, el PS deberá seguir disputándo­se el espacio ideológico con Socialdemo­cràcia i Progrés (SDP), partido surgido en 2013 de una escisión de los socialdemó­cratas encabezada por Jaume Bartumeu, que fue jefe de Gobierno entre 2009 y 2011. La formación, en la que Bartumeu sigue contando con un peso determinan­te,

A los siete partidos que concurren a escala nacional, hay que añadir una octava formación, Ciutadans Compromeso­s (CC), que se presenta exclusivam­ente en La Massana

aunque el candidato esta vez será el hasta ahora consejero de Cultura del Comú de Sant Julià de Lòria Josep Roig (Lleida, 1972), concurre en las elecciones como una opción de izquierda más moderada que el PS y ha presentado candidatur­a en las parroquias de Andorra la Vella, Escaldes-Engordany, Encamp y Ordino.

Dos formacione­s pequeñas de nueva creación completan el cuadro electoral andorrano: Andorra Sobirana, una plataforma articulada en torno al rechazo de un acuerdo de asociación con la Unión Europea encabezada por Eusebi Nomen (Barcelona, 1957), que ya ocupó un escaño en el Consell General entre 2009 y 2011; y Units pel Progrés d'Andorra (UPA), partido surgido a raíz de una escisión de los liberales y liderado por el abogado Alfons Clavera (Andorra la Vella, 1968), que hasta ahora había destacado por encabezar una plataforma totalmente contraria a cualquier tipo de despenaliz­ación del aborto.

Una de las incógnitas de las elecciones generales del 7 de abril es saber cómo se traducirá esta fragmentac­ión en los resultados finales, ya que una atomizació­n excesiva del Parlamento podría dificultar la formación de un gobierno estable; pero, por otra parte, podría pasar también que más de una formación no llegara al 7,14% de los votos necesarios para entrar en el Consell General y eso favorecier­a a los partidos más grandes con representa­ción parlamenta­ria.

El candidato demócrata Xavier Espot representa un firme relevo generacion­al en la política andorrana

LAS PARROQUIAS SON LA CLAVE

A los siete partidos que concurren a escala nacional, hay que añadir una octava formación, Ciutadans Compromeso­s (CC),

El candidato socialdemó­crata Pere López espera captar el voto de los descontent­os con la gestión gubernamen­tal

Otra cuestión a destacar será si la previsible paridad imperfecta que habrá en el Consell General se trasladará al futuro Gobierno

que se presenta exclusivam­ente en la circunscri­pción parroquial de La Massana, donde tiene una cómoda mayoría en el Comú. Hace cuatro años, CC se decantó por apoyar a Josep Pintat, entonces líder de Liberals d'Andorra, y los votos de La Massana fueron decisivos para situar a Pintat como jefe de la oposición. Pero en estos comicios, CC ha decidido mantener una posición equidistan­te entre Pintat y Espot, a cambio de que tanto conservado­res como centristas renuncien a presentars­e en la circunscri­pción de La Massana. El compromiso de los ciudadanos de La Massana pasa por contribuir a la gobernabil­idad y apoyar al candidato más votado entre Pintat y Espot. La equidistan­cia de CC ha contribuid­o a debilitar a la Tercera Via y a reforzar a los Demòcrates, que hasta ahora tenían una presencia muy discreta en esa parroquia.

El peso determinan­te de las circunscri­pciones parroquial­es hace que sea prácticame­nte imposible aspirar a formar gobierno sin controlar un mínimo de cuatro parroquias (cinco, si se desea garantizar una mayoría cómoda). En este sentido, más allá del caso específico de La Massana, Espot sale como candidato favorito en Canillo, Ordino y Escaldes-Engordany, aunque está por ver si la coalición entre PS y Liberales podrá desbancarl­o en alguna de esas plazas.

Encamp y, especialme­nte, Andorra la Vella están llamadas a ser uno de los platos fuertes de la disputa entre demócratas y socialdemó­cratas. Y Sant Julià de Lòria es el feudo tradiciona­l de los conservado­res de Pintat, pero su hegemonía se ve cuestionad­a por unos demócratas que van al alza en esa parroquia, y que ya fueron capaces de desbancar a los conservado­res del Comú en las elecciones comunales de diciembre de 2015.

UNA PARIDAD IMPERFECTA

La llegada al poder de Demòcrates per Andorra, en la primavera de 2011, coincidió con la elección, por primera vez en la historia, de un Consell General totalmente paritario: 14 hombres y 14 mujeres. Durante cuatro años, el Principado tuvo el segundo parlamento con más presencia femenina del mundo, solo superado por Ruanda. En 2015, sin embargo, la tendencia se volvió a invertir y el Consell General saliente solo tenía 9 parlamenta­rias ante 19 parlamenta­rios.

Todo hace prever, sin embargo, que la presencia de mujeres en el Consejo General aumentará de nuevo y que el Parlamento que salga de las urnas del 7 de abril será más paritario que el actual. Si se analizan las candidatur­as nacionales de los siete partidos que concurren en las elecciones, se pone de manifiesto que Demòcrates y Liberals han conseguido la paridad perfecta, con la mitad de las mujeres candidatas; los demócratas, además, presentan más mujeres en la parte alta de la lista, es decir, en los lugares más fácilmente elegibles. Los dos partidos socialdemó­cratas no han conseguido presentar candidatur­as paritarias: solo un 41% de los candidatos de PS y SDP son mujeres. Más lejos todavía de la paridad están las formacione­s más conservado­ras: en la Tercera Via, AS y UPA, los hombres ocupan el 65% de los puestos de la lista nacional.

Otra cuestión para la que habrá que esperar hasta pasado el 7 de abril es la de saber si la previsible paridad imperfecta que habrá en el Consell General también se trasladará al futuro Gobierno. Hasta ahora, las mujeres con carteras ministeria­les no han representa­do más de un tercio del Ejecutivo. Andorra tampoco ha tenido a una mujer al frente del Gobierno, y todo apunta a que en 2019 no será un punto de inflexión: los siete cabezas de lista de estas elecciones son hombres, aunque la legislació­n andorrana permite investir como jefe de Gobierno a cualquier otro miembro del Consell General o, incluso, a una persona (hombre o mujer) totalmente ajena que no forme parte del Parlamento ni se haya presentado a las elecciones.

EL FIN DE LA ERA MARTÍ

La renovación política en Andorra se produce por imperativo constituci­onal y legal: la Carta Magna andorrana y las leyes que la desarrolla­n establecen que el jefe de Gobierno, los síndicos (presidente­s del Parlamento) y los cónsules (alcaldes) no pueden cumplir más de dos mandatos consecutiv­os completos. Por este motivo, las elecciones del 7 de abril marcan el fin de la carrera política del actual jefe de Gobierno, Antoni Martí, en el cargo desde la primavera de 2011.

El adiós de Martí simboliza el fin de una era política, porque el actual jefe de Gobierno había sido con anteriorid­ad consejero general en tres ocasiones, asumiendo la presidenci­a del Grup Parlamenta­ri Liberal durante la década de 1990, y cónsul mayor de Escaldes -Engordany entre 2003 y 2011. Desde 1993, Martí se ha presentado a un total de siete contiendas electorale­s, de las que siempre ha salido vencedor. Político contrario a la Constituci­ón en 1993, supo evoluciona­r desde posiciones conservado­ras hasta un centro pragmático y encabezar un gobierno integrado, mayoritari­amente, por sus antiguos rivales políticos, con los que ha implementa­do un programa de reformas que llevaban años pendientes.

En buena medida, la carrera de Martí ha marcado los tempos políticos del Principado durante los últimos 26 años: su victoria contra pronóstico en Escaldes-Engordany significó el inicio del ascenso del Partit Liberal; y su marcha del Consell General, diez años más tarde, para refugiarse en el Comú de Escaldes marcó el inicio del declive de ese mismo partido y el ascenso de los socialdemó­cratas. Su regreso a la política nacional en 2011, al frente de DA, puso fin a la vida breve y turbulenta del Gobierno del PS. Y el panorama político de estas elecciones generales es, en cierta medida, su legado.

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Eduard Comellas Xavier Espot, cabeza de lista de Demòcrates per Andorra (DA)
 ?? Eduard Comellas ?? Pere López, cabeza de lista del Partit Socialdemò­crata (PS)
Eduard Comellas Pere López, cabeza de lista del Partit Socialdemò­crata (PS)
 ?? ©Consell General / Eduard Comellas ?? Hemiciclo del Consell General d'Andorra
©Consell General / Eduard Comellas Hemiciclo del Consell General d'Andorra

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