Basf elige Madrid frente a Barcelona para su centro de desarrollo digital
Se evaluaron varias ciudades de todo el mundo. Se valoraron ventajas y desventajas y, en esta competición global, Madrid ha sido la ubicación escogida finalmente por Basf para su centro de investigación y desarrollo digital. Sólo en la Península, competían para acoger este centro Lisboa, Oporto y Barcelona, descartada pese a su apuesta por la industria tecnológica . “Se han valorado los costes, que entre Madrid y Barcelona son bastante similares, pero también la disponibilidad de talento digital”, explicó ayer el director general de Basf Española, Carles Navarro. Madrid, donde hasta ahora la compañía no tenía ninguna sede ni planta, se convierte así en el epicentro de los servicios digitales de la compañía para todo el mundo.
El servicio se puso en marcha hace unas semanas y en él ya trabajan una veintena de personas. La previsión de Basf es hacer crecer la plantilla hasta 300 especialistas digitales “en dos o tres años, en función de las necesidades y de los proyectos que se vayan desarrollando”, añadió Navarro. La nueva Basf Digital Solutions se ha diseñado como el hub global de la compañía para dar servicio a todas sus empresas y clientes. La decisión sobre la ubicación se tomó en noviembre del año pasado en la central del grupo. “Nos pidieron información sobre varias ciudades e hicieron una valoración objetiva”, explica Navarro, que destacó la trascendencia de haber escogido la capital española. “Se competía con ciudades de todo el mundo”, insistió.
El director general de Basf Española anunció que la compañía tiene previsto invertir este año 62 millones de euros en sus centros productivos (10 millones más que el año pasado). Prácticamente la mitad de la inversión se destinará al mantenimiento y mejora de procesos en las instalaciones de Tarragona, “que están en pleno proceso de digitalización”, dijo Navarro, que destacó “la complejidad que comporta esta actualización en una planta química”. Para el responsable de la compañía, el volumen de la inversión evidencia “el compromiso de la compañía con España”.
El año pasado, Basf ingresó 1.358 millones de euros, un 4% más que en el 2017. “Las perspectivas para el próximo año son conservadoras por la ralentización de la economía global”, apuntó Navarro. Aun así, se mostró optimista “porque España está en una fase de crecimiento, la demanda aumentó durante el último trimestre y se está manteniendo la tendencia”.