Sobre dos ruedas

Combinar turismo y deporte es una buena excusa para viajar, y más si supone conocer los preciosos pueblos de la Bretaña francesa. La propuesta va sobre ruedas, ya que la zona dispone del circuito para bicis más largo de Francia. Una de estas rutas, conocida como La Vélodyssée, cruza Bretaña y corre en pararelo al Atlántico hasta la costa vasca, un recorrido de 1.200 kilómetros que empieza en Roscoff, a orillas del canal de la Mancha, cruza los montes de Arrée, continúa por el lago de Guerlédan, pasa por pequeñas ciudades con carácter antes de alcanzar Nantes y, tras abandonar Bretaña, continúa avanzando hasta Hendaya. Un plan para hacer en familia o con amigos, adaptando la ruta a las capacidades físicas de cada uno.

Otro recorrido tiene su punto de partida en la capital bretona, Rennes, avanza por el canal de Ille-et-Rance y permite acceder a numerosos lugares de interés turístico, como las once esclusas de Hédé, la ciudad de Dinan, que se yergue sobre el río Rance y nos traslada a la Edad Media, y la elegante localidad de Dinard, que cuenta con los recintos balnearios de SaintLunaire y Saint-Briac, con vistas a la costa Esmeralda, que sirvieron de inspiración a artistas como Renoir. Tras el ejercicio, nada mejor que reponer fuerzas con los clásicos de la cocina

bretona: ostras, mejillones con patatas fritas y dulces creps o galettes.