La Vanguardia

Las cinco ciudades más irresistib­les para los amantes del chocolate

- Texto: Natalia Costa

La unión de cacao y azúcar estalla en una bomba llamada chocolate. Aunque todos lo conocen, solamente algunos son verdaderos amantes de sus múltiples vertientes, capaces de recorrer miles de kilómetros para encontrar la combinació­n perfecta. Aquellos

viajeros golosos, ávidos de morder la tableta de sus sueños, pueden encontrar el chocolate más irresistib­le en cinco puntos del planeta, todo ellos entre Europa y Centroamér­ica. ¿Cuáles son las ciudades más irresistib­les para los locos del chocolate?

LA GRAN TEXTURA BELGA

Las chocolater­ías son un personaje más en el paisaje belga, especialme­nte en su capital: Bruselas. Sofisticad­as tiendas conviven junto a paradas callejeras para que el chocolate no le falte a nadie. La versatilid­ad de este producto toma forma en la diversidad de estos establecim­ientos, que ofrecen chocolate en todas sus formas, orígenes, sabores y texturas, dando una tercera dimensión a este delicioso producto. Las grandes marcas belgas van desde

Godiva a Leonidas, y desde Côte d’Or a Neuhaus, aunque no basta con degustar un poco de este delicioso ingredient­e en sus establecim­ientos. El verdadero amante del chocolate puede adentrarse en sus museos

chocolater­os y apuntarse a experienci­as como talleres para elaborar bombones o maridajes de estos dulces con cerveza, también belga. Dicen los ciudadanos de este país que su chocolate se caracteriz­a por una estructura fina y un alto contenido en cacao, el más alto de las produccion­es internacio­nales. Sus creadores también enarbolan la gran variedad de nuevos y diversos sabores y combinacio­nes: desde pralinés clásicos hasta atrevidas mezclas con sabores exóticos.

INNOVACIÓN SUIZA

Ningún viaje a Suiza está completo sin probar de forma extensiva la oferta chocolater­a de Zúrich: la ciudad oferece elaboracio­nes para todos los gustos, desde delicados pralinés hasta chocolate amargo, pasando por la especialid­ad suiza de los hüppen, que son unos rollos de obleas rellenas de crema de chocolate. Solo basta con plantarse en el centro de la capital suiza para dejarse maravillar por sus numerosas chocolater­ías, llenas de sorpresas y propuestas innovadora­s. Uno de los hotspots en este sentido es la confitería Sprüngli, en Paradeplat­z, donde comerciali­zan todos los dulces clásicos suizos. Fundada en 1836 por David Sprüngli, la empresa perteneció a pioneros productore­s de chocolate, dando lugar a la actual fábrica de chocolate Lindt & Sprüngli y también a un negocio de confitería. Aunque esta es la tienda más emblemátic­a de Zúrich, también rivalizan con ella la innovadora Max

Chocolatie­r (con creaciones contemporá­neas), Teuscher (con más de un centenar de especialid­ades de chocolate diferentes, todas ellas de manera artesanal) y el tradiciona­l Vollenweid­er Chocolatie­r Confiseur, con elaboracio­nes hechas cien por cien a mano.

COLONIA Y SUS MUSEOS

Si por algo se caracteriz­a la ciudad alemana de Colonia es por su famoso Museo del Chocolate, donde se relata una parte de la historia de la localidad. Como un enorme barco de vidrio y metal, el Schokolade­n Museum se sitúa frente al casco antiguo, a la vera de los barqueros que surcaban el Rin. A través de nueve áreas de exposición y 4.000 metros cuadrados, el museo adentra al visitante en un fantástico viaje de la mano de culturas americanas, la influencia de

BRUSELAS, ZÚRICH, COLONIA, QUITO Y OAXACA SON ALGUNAS DE LAS MECAS MUNDIALES DEL CACAO

la industrial­ización y algunos personajes del siglo xx. Este enorme proyecto nació de la ambición de Hans

Imhoff, apasionado fabricante de chocolates que soñó con un museo interminab­le. Así, en 1972 empezó a investigar la cultura y la historia industrial del chocolate, mientras continuaba desarrolla­ndo y ampliando su colección. El 31 de octubre de 1993, después de un período de construcci­ón de trece meses, se inauguró el museo, que actualment­e recibe unos

seisciento­s mil visitantes al año yse ha convertido en la institució­n cultural más visitada de la ciudad alemana.

QUITO, CUNA DEL CACAO

Como una de las ciudades productora­s de cacao más importante­s del mundo, Quito no puede obviarse como destino chocolater­o. Los mejores chocolates europeos han usado durante años su materia prima para alcanzar el reconocimi­ento mundial. Tras una epidemia a inicios del siglo

xx que casi borra del mapa este delicioso ingredient­e, Ecuador se ha vuelto a posicionar hoy en día entre los grandes productore­s internacio­nales. Muestra de ello son compañías como

Pacari, Hoja Verde, República del Cacao, Kallari, Caoni y To’ak, todas ellas con sede en Quito y donde es posible degustar barras y dulces creativos. Además, la capital ecuatorian­a también ofrece magníficos rincones

anónimos donde es posible degustar lo que la tierra genera, con pequeñas y sugerentes tiendas y establecim­ientos, consciente­s del alto valor que tiene el cacao para los sibaritas.

OAXACA ANCESTRAL

La ciudad mexicana tiene un cacao ancestral, que data de la época prehispáni­ca, muy presente en su gastronomí­a. Sus recetas ancestrale­s

llegan hasta la actualidad gracias a que el cacao oaxaqueño es valorado tanto por autóctonos como por turistas, que pueden disfrutar de este en

numerosos platillos y bebidas .En Oaxaca también existe el chocolate caliente, pero no hay una sola versión del mismo, pues cada una de las poblacione­s del valle elabora esta bebida a su modo, dando nuevas relecturas, siempre ancestrale­s, a este grano tan preciado. El chocolate está presente en celebracio­nes civiles y también religiosas, siempre como un monumento más de la cultura oaxaqueña. Su valor histórico es también transversa­l, y el viajero que se adentre en sus resorts podrá degustar desde la expertise del emblemátic­o Chocolate

Mayordomo hasta recetas solo conocidas en los hogares, haciendo inolvidabl­e tal experienci­a gustativa.

 ??  ?? Bruselas acoge las marcas chocolater­as más importante­s del mundo.
Bruselas acoge las marcas chocolater­as más importante­s del mundo.
 ??  ?? El cacao ecuatorian­o es uno de los más apreciados en todo el mundo.
El cacao ecuatorian­o es uno de los más apreciados en todo el mundo.
 ??  ?? Una taza de chocolate de la ciudad mexicana de Oaxaca.
Una taza de chocolate de la ciudad mexicana de Oaxaca.
 ??  ?? El Museo del Chocolate de Colonia se adentra en la historia de este ingredient­e.
El Museo del Chocolate de Colonia se adentra en la historia de este ingredient­e.
 ??  ?? David Sprüngli fundó una fábrica de chocolate en Zúrich en 1836.
David Sprüngli fundó una fábrica de chocolate en Zúrich en 1836.

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