El Golán sacude Oriente Medio
Rechazo al plan de Trump de reconocer la soberanía israelí de la meseta
Horas antes de la liquidación por cierre del Estado Islámico, Donald Trump lanzaba su último torpedo sobre Siria, en forma de tuit. Su deseo de reconocer la soberanía israelí sobre el Golán ocupado sacudía ayer los pilares de Próximo Oriente. Aunque tal vez menos que el traslado de su embajada a Jerusalén o su ruptura del acuerdo nuclear con Irán.
Un nuevo regalo de campaña “del Papá Noel particular de Netanyahu”, titulaba la prensa israelí. El primer ministro hebreo, que recibía al secretario de Estado Mike Pompeo, se apresuraba a felicitar telefónicamente a Donald Trump “por hacer historia” con su “milagro de Purim”. Con el mismo lenguaje bíblico grato a la parroquia de Trump y al evangélico Pompeo, Netanyahu aludía a “otros persas que hace 2.500 años intentaron destruir al pueblo judío”.
En verdad, lo que es poco menos que milagroso es haber puesto de acuerdo a los archienemigos Recep Tayyip Erdogan y Bashar el Asad. O lograr que el Comité de Derechos Humanos de la ONU aprobara ayer mismo
RECHAZO MUSULMÁN Erdogan advierte en la conferencia islámica del peligro de una nueva crisis regional
una declaración contraria a la expansión de las colonias israelíes en el Golán. Y, casi sin pausa, otra resolución en la que llama a reforzar la supervisión de la ONU en los territorios palestinos, tras una investigación que ha revelado que el año pasado francotiradores israelíes dispararon sobre 6.000 manifestantes en la frontera de Gaza, matando a 189 personas. Ayer murieron dos más, por heridas de bala.
Previsiblemente, el presidente sirio ha reiterado su derecho a recuperar por todos los medios el territorio del Golán que perdió en la guerra de 1967 y que Israel se anexionó en 1981. Mientras que el presidente turco no desaprovechó la tribuna de la Organización de Cooperación Islámica (OCI), reunida en Estambul para tratar de los atentados de Nueva Zelanda. “Los desafortunados comentarios del presidente Trump amenazan con disparar una nueva crisis en la región”, advirtió Erdogan.
“No podemos permitir que se legitime la ocupación de los altos del Golán. Es impensable guardar silencio sobre un tema tan delicado”, concluyó. Tras sus palabras, la lira turca se depreciaba un 5%. Mientras, su ministro de Exteriores insistía en que “la integridad territorial de los estados es la base del derecho internacional”.
Asimismo, la OCI solicitaba a la ONU que declare el 15 de marzo –fecha de la matanza de Christchurch– como día internacional contra la islamofobia. El propio Erdogan llamaba a combatir dicho fenómeno “del mismo modo
INDIFERENCIA EUROPEA
La UE se ciñe a la legalidad y descarta reconocer el territorio como parte de Israel
que el antisemitismo tras el Holocausto”. El compungido ministro de Exteriores de Nueva Zelanda, Winston Peters, aseguró ante la OCI que el terrorista “pasará el resto de su vida en una celda”.
Para Bruselas, nada ha cambiado: “La Unión Europea, en línea con la legalidad internacional, no reconoce la soberanía de Israel sobre los territorios ocupados desde junio de 1967, incluidos los altos del Golán y no los considera parte del territorio de Israel”. En la misma línea se expresó París.
Rusia, principal apoyo del régimen sirio, expresó que cualquier cambio de estatus “debe discutirse en el Consejo de Seguridad de la ONU y no en las redes.” Aunque el reconocimiento de la anexión del Golán bien podría abrir las puertas a hacer lo propio con la de Crimea por parte de Moscú.
Los fértiles 1.800 kilómetros cuadrados del Golán son importante por sus recursos hídricos. Pero sobre todo, porque desde esta altiplanicie se tiene a tiro todo el norte de Israel. Aunque en el pasado se han puesto sobre la mesa fórmulas intermedias que garanticen la seguridad de los israelíes, Trump y Netanyahu juegan al todo o nada. Sobre todo cuando la guerra de Siria no se ha resuelto en el sentido que esperaban Estados Unidos e Israel y la presencia militar iraní y de milicias chiíes en territorio sirio es fuente de preocupación.
Israel ha invadido unos dos tercios de la meseta del Golán. El otro tercio ha sido ocupado durante los últimos años por distintas milicias islamistas, tácitamente apoyadas por Israel.
En el Golán ocupado viven hoy 28.000 árabes, la mayoría drusos, en cuatro pueblos, además de 20.000 colonos judíos. Los nativos drusos rechazan en su gran mayoría el pasaporte israelí y siguen considerándose sirios, hasta el punto de impedir la celebración de comicios israelíes.
Aunque la Liga Árabe expulsó a Siria en el 2011, ayer lamentó que Trump “prepare el reconocimiento oficial estadounidense”, lo que “desborda completamente la legalidad internacional”. También El Cairo, pese a su colaboración con Israel, considera el Golán territorio sirio ocupado.
“Trump lo ha vuelto a hacer”, exclama jubiloso Netanyahu.