Así se forjó la prórroga del Brexit en la noche del jueves
Así se forjan los acuerdos en la Unión Europea. Por un lado, los jefes de gobierno marcan las líneas estratégicas y por otro, sus fontaneros las trasladan a los textos sopesando y negociando cada una de las palabras. Y así, en una reunión improvisada y muy informal, fue también como la noche del jueves se maquinó el redactado final de la prórroga del Brexit.
En la fotografía, gentileza de uno de los negociadores, el embajador de Bulgaria, Dimiter Tzantchev, se recoge el momento en que se redactó el texto que saldría aprobado. Son los sherpas, en el lobby de la sala del Consejo Europeo, concentrados alrededor del representante belga, que escribía el texto en el ordenador. Allí aparecen Clara Martínez, la española jefa de gabinete de Jean-Claude Juncker; Sabine Weyand, la número dos del negociador europeo, Michel Barnier; y también asoman unas gafas que permiten intuir la presencia de José Manuel Albares, el sherpa español. La esencia de lo que allí se escribía se trasladó a las conclusiones finales, con sólo algún cambio menor, según fuentes diplomáticas.
Un acuerdo que establece una fecha clave, el 12 de abril, el día hasta el que el Brexit queda aplazado. Más allá de esta fecha todo está condicionado. Hasta el 12 de abril “todo es posible, un acuerdo, una prórroga larga si el Reino Unido decide repensar su estrategia o revocar el Artículo 50, lo que es una prerrogativa del Gobierno británico”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Es correcto, hasta ese día Londres puede proponer un “plan alternativo creíble apoyado por una mayoría en el Parlamento”, en palabras del presidente francés, Emmanuel Macron, uno de los duros en este debate.
La cuestión es que los 27 calculan que Theresa May no conseguirá que su Parlamento apruebe el acuerdo de Retirada cuando lo vuelva a someter a votación la próxima semana. Creen que, en este caso, a la tercera no irá la vencida. El intenso interrogatorio a que sometieron a la primera ministra, sin obtener respuestas concretas, les reforzó esta predicción.
Por ello, pusieron en marcha un plan B. La primera opción es que si Westminster aprueba el acuerdo, entonces hay salida ordenada del Reino Unido y se producirá el 22 de mayo. Un margen extra de tiempo para ratificar y completar los trámites legales necesarios. Este sería el mejor escenario. Pero, si los diputados británicos lo rechazan, entonces los plazos se acortan. La prórroga será sólo de dos semanas, hasta
“Se ha evitado que el proyecto europeo quede tomado como rehén por la retirada”, afirmó Macron
el 12 de abril. Hasta ese día, el Reino Unido puede plantear nuevas propuestas, incluso una prórroga larga, pero en este caso tendrá que participar en las elecciones al Parlamento Europeo del 23 y 26 de mayo. Es una cuestión esencial, no negociable, porque la UE cree que sin esta participación se pondría en cuestión la seguridad jurídica de sus instituciones.
Para el presidente Macron, “se ha evitado que el proyecto europeo quede bloqueado o tomado como rehén” por el Brexit. “Hemos dado una nueva oportunidad al acuerdo y ahora depende de otros, no de nosotros”, dijo el presidente español, Pedro Sánchez, que considera que, a partir de ahora, los diputados británicos deben ser muy conscientes de lo que representaría rechazar el acuerdo y los riesgos que comportaría.
“El destino del Brexit está ahora en manos de nuestros amigos británicos”, declaró el presidente del Consejo, Donald Tusk, añadiendo que “nosotros estamos preparados para lo peor, pero esperamos lo mejor. Y recordó que en el infierno sigue habiendo espacio para los que promovieron el Brexit sin tener un plan para aplicarlo.