Grave una testigo de Jehová por rehusar una transfusión
La joven testigo de Jehová que rechazó recibir transfusiones de sangre en un testamento vital previo aduciendo motivos religiosos seguía ayer extremadamente grave en la unidad de cuidados intensivos del hospital San Jorge de Huesca. El nivel de hematíes de la joven, que tiene 20 años y ayer ya llevaba 17 días ingresada en la UCI, está muy debajo de lo que es vitalmente necesario.
La situación fue puesta en conocimiento del juzgado de guardia de la capital altoaragonesa por uno de los médicos de la UCI del hospital ante la imposibilidad de consultarlo directamente con la paciente, quien estaba en un coma inducido tras ser intervenida de una peritonitis aguda.
La titular del juzgado de instrucción número 1 de Huesca recibió el informe médico mientras estaba de guardia y resolvió sobreseer la demanda al entender que no existía ningún problema legal en relación con la situación de la paciente. La Fiscalía de Huesca, tras recibir el informe de los especialistas de la UCI, decidió no intervenir tras valorar que la paciente es mayor de edad y está legitimada para tomar una decisión respecto a sus tratamientos médicos.
Los testigos de Jehová rechazan consumir sangre o aceptar transfusiones de ella o de sus componentes principales basándose en algunos versículos de la Biblia, como el 17:14 del Levítico, que dice “no deben comer la sangre de ninguna clase de carne, porque el alma de toda clase de carne es su sangre. Cualquiera que la coma será cortado”.
El juramento hipocrático que obliga a los médicos a hacer todo lo posible por salvar una vida tiene una línea roja, la voluntad del paciente de no someterse a un determinado tratamiento. No es este un caso aislado. Por ejemplo, en julio del 2009 otra testigo de Jehová, de 61 años, murió en Sevilla por negarse a recibir una transfusión tras un accidente de tráfico.
Y hace 25 años, en Huesca, un menor de 13 años falleció después de que sus padres no aceptaran una transfusión que los especialistas consideraban necesaria para salvarlo. Los padres fueron absueltos del delito de homicidio imprudente pero condenados dos años después a penas de 2 años y 6 meses de prisión, aunque fueron indultados. La Organización Médica Colegial (OMC) considera que “hay que respetar siempre la voluntad del paciente”.