Argentina recibe visitas reales a pares
Argentina alcanzará mañana un récord: en una semana habrá recibido dos visitas reales. Margarita de Dinamarca ha estado en el país desde el pasado domingo hasta el jueves y, mañana, serán los reyes de España quienes llegarán a Buenos Aires en una visita de tres días que se prolongará el miércoles en Córdoba.
Las dos visitas de Estado tienen el mismo objetivo: “Establecer, fortalecer y promover las relaciones entre los países” . Las diferencias en el programa de actos no se corresponden, como sería lógico, con el abismo existente entre la impronta de España en Argentina, que está a años luz de la de Dinamarca, sino todo lo contrario. La reina Margarita llegó a Buenos Aires un día antes de empezar la visita y en su paseo privado incluyó un acto en la tumba de Eva Perón. Eso sin contar que antes de viajar a Tandil, ciudad en la que hace dos siglos se instaló una colonia danesa, se reunió con las madres de la plaza de Mayo y lanzó flores al río de la Plata en memoria de los desaparecidos. Los programas de las visitas reales los aprueban los respectivos ministerios de Exteriores, pero observando lo que hacen otras casas reales, la pregunta es por qué a los de Felipe y Letizia, con la buena imagen que tienen en todo el mundo, no se les saca más partido. El príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles están de gira por el Caribe británico, pero ya puestos mañana aterrizarán en Cuba, un país más unido a España que Gran Bretaña pero donde aún no se ha producido la visita de Estado del Rey, ni el actual, ni el anterior, ni ningún familiar. Las fotos de Carlos y Camilla ayudan a promocionar su imagen y la de su país. Para eso les mandan de viaje.
En ocasiones la imagen creada es tan sólida que, como en el caso del fallecido rey Balduino de Bélgica, resulta increíble la revelación de un ministro belga, también fallecido, que en sus memorias afirma que el buen rey estuvo liado con su madrastra, Lilian Baels. Más parece que esa apreciación sea fruto de la mente calenturienta del político o de su poca simpatía hacia un hombre tan consecuente con sus principios morales que prefirió abdicar durante un día antes de sancionar la ley del aborto. Y, para defender la imagen de unos hijos, nadie como un padre que también ha sufrido maledicencias. Jaime de Marichalar ha salido al paso para acabar con todas las especies que rodean a sus hijos, Felipe y Victoria. Los sobrinos del actual Rey no gozan de ningún privilegio, pero cargan con la responsabilidad de ser perfectos.