Una “catedral efímera”, de madera, puede relevar a Notre Dame en obras
Gobierno y alcaldía apoyan la idea del arcipreste para la plaza frente al templo
El arcipreste de Notre Dame, Patrick Chauvet, ha propuesto que, durante los años que dure la reconstrucción, haya una “catedral efímera”, posiblemente de madera, en la explanada delante del templo, donde los fieles puedan recogerse y rezar. Aunque no se ha tomado una decisión definitiva sobre cómo se plasmará la idea, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y el Gobierno francés respaldan la iniciativa.
Según Chauvet, que adelantó su plan en una entrevista radiofónica, no es aceptable que Notre Dame permanezca cerrada durante cinco años, el periodo fijado por el presidente Emmanuel Macron para reparar el edificio, aunque podría alargarse mucho más. Chauvet quiere “un lugar que sea bonito, un lugar un poco simbólico y atractivo” para este periodo transitorio.
La “catedral efímera” se situaría delante de la antigua, cuya fachada principal, con sus dos torres, está casi intacta. Sin embargo, levantar esta nueva estructura no es sencillo, pues no debe difisu cultar las labores de restauración y el acceso de operarios y material. Es muy probable que para el transporte de este último se utilicen barcazas, por el Sena. Será más práctico que introducir camiones en pleno centro de París.
El Jueves Santo fue un día de homenaje para los bomberos, policías y personal de protección civil que trabajaron durante la noche en que ardió Notre Dame. Macron recibió a 300 de ellos, la mayoría bomberos, en el Elíseo. El presidente destacó “la ejemplaridad” de quienes combatieron el incendio. “Vosotros habéis sido el ejemplo perfecto de lo que debemos ser”, les dijo Macron.
El jefe de Estado confirmó que, en su conversación telefónica del martes con el Papa, éste aceptó la invitación de visitar París “a su debido tiempo”. Francisco sólo pisó territorio francés, como Sumo Pontífice, en noviembre del 2014, con ocasión de su discurso ante el Parlamento Europeo, en Estrasburgo. Pero no fue una visita pastoral a Francia. El Papa ha evitado hasta ahora viajar a países europeos de larga tradición católica, como España y Alemania. El siniestro de Notre Dame y reconstrucción constituyen una ocasión perfecta para desplazarse a París.
El debate sobre cómo curar las heridas de Notre Dame gana en intensidad. El arquitecto Roland Castro considera que se debe ser muy fiel al legado histórico y usar vigas de madera de roble, para sostener el tejado, como las que convirtieron la catedral en un brasero. Castro declaró al diario Le Parisien que Notre Dame posee “tanta carga histórica” que “no se puede tocar”.
En el extremo opuesto, desde el punto de vista conceptual, se halla Jean-Michel Wilmotte. Este arquitecto piensa que no se debe tener miedo a utilizar materiales contemporáneos, pues en todas las viejas catedrales son visibles los diversos estratos de la
Macron confirma que el Papa ha aceptado la invitación de visitar París
“a su debido tiempo”
historia. Wilmotte cree que sería un error emplear madera, por lo costoso, en tiempo, de talar los árboles adecuados y preparar la madera, a parte del peligro de incendio que representa. Él optaría por una estructura metálica. Para el tejado, sustituiría el plomo por el titanio, que es mucho más ligero. En cuanto a la aguja, vería equivocado copiar la que se quemó, construida del siglo XIX. Su idea es hacer una más futurista, quizás de titanio y cristal. La polémica está servida.
La conmoción causada por el incendio no ha disuadido a los chalecos amarillos. Estos mantienen su plan de manifestarse de nuevo este sábado, en París, por vigésimo tercer sábado consecutivo. Algunos de los líderes del movimiento, como Nicolle Maxime, han hecho llamamientos a través de las redes sociales. Las sumas multimillonarias que se han prometido para reconstruir la catedral han irritado a los activistas. Consideran que en Francia no se fijan las prioridades adecuadas y que el grito continuado por más justicia y protección sociales es ignorado.