Casado reclama el voto a los socialistas “avergonzados”
El PP ataca a Sánchez por los mensajes de los presos del 1-O
Ya no es sólo pedir el voto a los simpatizantes de Vox, o a los de Ciudadanos, en un intento de que se una el voto entorno al principal partido de centroderecha, y así poder sacar el mayor número de escaños posible. Pablo Casado, cuando la campaña electoral roza el ecuador, ha ampliado el espectro político al que se dirige, y ya pide el voto a los simpatizantes socialistas que no estén de acuerdo con Pedro Sánchez y se sientan “avergonzados” por lo que hace el presidente del Gobierno.
Casado apela a los “avergonzados” por la relación de Sánchez con los independentistas, por una política económica que, a su juicio, llevará a España al desastre, y por un Sánchez al que acusa de utilizar las instituciones en su beneficio.
Para hacer este llamamiento a los militantes socialistas, Casado hasta elogió al PSOE, pero no al partido de Sánchez, sino al que, “con sus luces y sus sombras”, jugó un papel fundamental en la reciente historia de España. Según el candidato popular, al lado de Sánchez, hasta Zapatero es un estadista. Porque las cosas que hacía el expresidente socialista, pese a las consecuencias que tenían, “se las creía”. Para Casado, Sánchez “no tiene principios”, piensa cada día una cosa, la que mejor le convenga a él mismo. “¿No os da vergüenza ajena?”, les interpeló.
Y les siguió interrogando: “¿Merecéis que el líder de vuestro partido que no dé la cara, que instrumentalice la televisión, el CIS, sólo para revalidar su alianza con los independentistas?”. E intentó convencerles con este mensaje: “Pues si os da vergüenza, aquí está el PP, que aquí cabemos todos”.
Casado ofrece a los socialistas desencantados “un partido reformista, moderado, centrista”, una formación que en el 2000 y el 2011 ya fue el refugio de muchos votantes del PSOE que sabían que con el PP habría trabajo, y no como ocurrió con Zapatero, que, subrayó, provocó tres millones y medios de parados. Esos votantes socialistas, que ahora ven, y temen, cómo Sánchez niega que se avecina una nueva crisis, como hicieron en el 2008. “Que se acuerden cómo estaban entonces, preocupados y sin empleo”. Casado, pues, llama a los que “se avergüenzan por las corruptelas” del PSOE. Y les pide también que recuerden que fue el PSOE el que congeló las pensiones.
A esos votantes socialistas les solicita el voto, porque “no es cuestión de ideología, sino de sensatez, de coherencia”, y les ofrece “un partido que estos 30 años se ha dejado la piel por España” y “sigue siendo el mejor refugio para los españoles”. Y apela, en especial, a los socialistas que no quieran admitir como normal que Quim Torra se pasee por la Moncloa con un lazo amarillo: “Si viene conmigo de presidente, vendrá a acatar la Constitución”.
Pero sobre todo Casado utilizó los mensajes que desde la cárcel lanzaron Jordi Sànchez, cabeza de lista de JxCat, y el candidato de ERC, Oriol Junqueras, en el sentido de que facilitarán un futuro gobierno de Pedro Sánchez si acepta, tras la investidura, hablar sobre una solución a la crisis catalana en la que el referéndum sea una opción. El líder del PP advirtió que el apoyo a Sánchez por los secesionistas catalanes supondrá “avalar la hoja de ruta pro independencia” y lo contrapuso a su compromiso de “recuperar el Gobierno y conquistar el futuro de España que la izquierda está volviendo a poner en riesgo”.