Las mujeres ‘manaies’ ya desfilan en Girona
Por primera vez desde 1751, las procesiones de Semana Santa tienen presencia femenina con uniformes romanos
Mariona Grau se había resignado desde pequeña a no poder desfilar de manaia, los soldados romanos que salen desde el siglo XVIII en la Semana Santa en Girona, los últimos 79 años de forma ininterrumpida. Solamente podía hacerlo como cofrade, algo que hizo entre los 3 y 12 años. “Si queréis me rapo la cabeza”, recuerda que les llegó a decir a sus padres cuando su hermano, cuatro años menor que ella, desfiló por primera vez. El pasado miércoles, Mariona y otras cuatro mujeres, Melissa Terrón, Júlia Bayé, Anna González y Alexandra Barriuso, se vistieron de manaies, un acto cargado de simbolismo e historia al ser la primera vez que salían con el manípulo. Durante la procesión del Sant Enterrament del Viernes Santo estaba previsto que algunas mujeres volvieran a salir.
Ha sido necesario un cambio en los estatutos de la entidad. El pasado mes de febrero, la asamblea aprobó por una abrumadora mayoría (65 votos
a favor, uno en contra y dos abstenciones) permitir la inclusión del género femenino en una representación que hasta entonces sólo habían protagonizado hombres. “No podemos ir en contra dirección, no podíamos dar la espalda a las mujeres”, afirma el presidente de los Manaies, Narcís Reixach, que ve el cambio como un signo necesario de “igualdad y modernidad” a pesar de que los más puristas puedan pensar que una representación histórica como esta, que emula a los soldados de una legión romana, no debería incluir a mujeres. “Si las tradiciones no se adaptan a la vida actual, corren el peligro de extinguirse”, afirma Grau, que salió tocando el timbal. Asegura que el asociacionismo va perdiendo peso y las largas listas de espera que hace años había en Girona para participar en la procesión hoy se han reducido notablemente.
La misma noche en que la entidad cambió el reglamento, Mariona no espero ni un minuto para entregar la carta al presidente para ser soldado romano. Como ella, otras 15 mujeres también lo solicitaron, de las que 9 fueron nuevas incorporaciones a la asociación.“Si luchamos por la igualdad, no se pueden cerrar puertas por nuestra condición; el mundo evoluciona y más que el género lo que hay que valorar son las aptitudes, habilidades y ganas”, explica Grau,
A ganas e ilusión pocos le ganan a Alexandra Barriuso, de 17 años, que tiene un buen maestro del que aprender. Su padre, secretario de la entidad, le ayudaba el miércoles a ponerse la armadura y le daba un simple pero sabio consejo. “¡Disfruta!”. Lo hizo sobre los lomos de uno de los caballos del manípulo mientras recibía las felicitaciones del público, que mayoritariamente asumía con normalidad y naturalidad la presencia femenina en los manaies de Girona.
La agrupación aprobó en febrero la admisión de mujeres por 65 votos a favor, uno en contra y dos abstenciones