“Como música cada vez soy más abierta y como intérprete aún estoy comenzando”
En la hoja de servicios de la barcelonesa Andrea Motis (1995) se puede leer que es trompetista, cantante, saxofonista y compositora. Habría que añadir también su capacidad organizadora y, sobre todo, su enorme carisma que la ha acompañado desde que comenzara a descollar en el seno de la Sant Andreu Jazz Band, donde ingresó con solo doce años. Su paulatina progresión no se ha detenido desde entonces, y su ficha así lo recoge: a los 14 años rechazó una oferta del prestigioso sello Blue Note; dos años más tarde , la Universal la tentó pero dijo que no y sólo hace un par de temporadas dio el salto definitivo al grabar, sola ante el peligro, Emotional dance con la mítica discográfica Impulse! Entre medio, en 2011 Quincy Jones se fijó en ella y la invitó a compartir escenario al Festival de Peralada.
Y ahora mismo está lidiando en tres frentes. Por un lado, la publicación de su nuevo álbum Do autro lado do azul, una obra en novedosa clave brasileña editada por el no menos prestigioso sello Verve. Luego, el reciente encargo del Festival de Jazz de Barcelona, que le ha asignado el Retrat d’Artista de la próxima edición (cinco conciertos con cinco propuestas diferentes), y, finalmente, su protagonismo en los cines comerciales con el largometraje documental
Andrea Motis, la trompeta silenciosa, presentado el año pasado en el festival In-Edit
¿Dónde cree que se encuentra ahora mismo artísticamente?
Pues como música me siento cada vez más flexible y abierta, y creo que con este álbum lo demuestro, y además tengo la inmensa suerte de estar muy bien acompañada. En cambio, como intérprete me falta mucho, como suelo decir, creo que apenas estoy comenzando, aún lo estoy haciendo.
Usted presentará en Barcelona su nuevo disco en el próximo Festival de Jazz, el 20 de noviembre... medio año después de su salida.
Sí, pero no me parece mal, porque el Festival de Jazz de Barcelona siempre nos ha apoyado, y además hacerlo en el Palau de la Música es un motivo añadido.
Sus dos últimos álbumes han sido publicado por legendarios sellos estadounidenses. ¿Ha servido de algo?
Con mi disco anterior, Emotional dance, notamos que no soy la artista más destacada del sello Impulse!, que depende de Universal, ya que ellos tienen a Norah Jones o a Gregory Porter. En España se ha destacado mucho el hecho de grabar con estas discográficas, pero luego a nivel de trabajo eso no ha afectado nuestro camino. Evidentemente, es interesante el prestigio que da, aunque lo más importante ahora mismo es que te ofrece una distribución internacional.
¿Cómo nació la idea de Do autro lado do azul, álbum de aroma y toque brasileños?
La idea surgió en el Festival de Jazz de Barcelona del 2017, donde nos propusieron un proyecto diferente, y entonces se me ocurrió hacer un concierto de repertorio brasileño y añadir instrumentos típicos de allí como el pandeiro o el cavaquinho. A raíz de eso, conocí músicos brasileños que tocan en Europa y la idea original derivó en hacer un concierto con un repertorio de canciones brasileñas no muy conocidas. A raíz de esa experiencia vi que era una proyecto con mucho recorrido y al final acabamos grabando este disco, con mi quinteto y aquellos músicos brasileños, y allí añadí temas originales míos y el Mediterráneo de Serrat.
Composiciones propias... ¿le cuestan un sobreesfuerzo?
No tengo una técnica especifica para componer. Parto siempre desde cero y con las ideas que me surgen pretendo siempre que sean lo más espontáneas e imaginativas. Sin embargo, de todo este proceso, hacer la letra de las canciones es lo que está más alejado de lo que me dedico realmente. Cuando hago una letra, lo confieso, lo más importante para mí es que suene bien, que forme parte de las notas.
¿Cantar un tema tan emblemático como Mediterráneo no es un riesgo?
Cuando me oigo cantarla me sorprende un poco. Quizás me sorprende un poco porque está fuera de mi estilo normal, aunque también quiero decir que ya he cantado algunas canciones en castellano como el Bésame mucho o Rabo de nube de Silvio Rodríguez... creo que se me reconoce cuando la canto. Aunque eso no es un reto especial para mí, porque al fin y al cabo a mí se me reconoce sobre todo por versionar clásicos de jazz, que a la hora de la verdad son más conocidos que el Mediterráneo .De hecho, lo más raro para mí es cantar canciones originales mías.
En las pantallas comerciales puede verse ahora mismo una película protagonizada por usted. ¿Se hubiera imaginado esto hace unos años?
No, qué va. Pero es sobre todo un éxito del director RamonTort, que estuvo haciendo este documental durante tres años. Se ve nuestro día a día, ensayos, clases en Chile o Standford, que es muy diferente a lo que se ve en un concierto.
¿Cuál es su próximo reto?
La Patum de Berga. Releerla toda bajo mi criterio sonoro. Lo haré con mi quinteto el 15 de junio en Berga, y dos días antes se podrá oír en el Centre Artesà Tradicionàrius de Barcelona.
¿En qué faceta cree que se desenvuelve mejor?
Cuando hace un par de años Joan Chamorro me dio la responsabilidad del quinteto, me he dado cuenta de que me gusta tanto tocar la trompeta como organizar y coordinar el grupo.
NUEVO ÁLBUM
Su disco ‘Do autro lado do azul’ lo estrenará en Barcelona en el Festival de Jazz
PRÓXIMO PROYECTO
Está preparando una versión de la Patum que ofrecerá en Berga el próximo 15 de junio