La Vanguardia

El Barça sale a flote en el Bósforo

El conjunto azulgrana empata la serie ante el Efes con una victoria agónica y recupera el factor campo

- LUIS BUXERES Estambul Enviado especial

Media proa del barco azulgrana había quedado hundida tras perder el primer partido ante el Anadolu Efes. En las bodegas de carga aún no entraba agua, pero Pesic intentaba virar el timón para enderezar la nave. Acabar en el fondo del Bósforo no es recomendab­le, lugar maltratado como pocos por el paso de cientos de petroleros a diario. Pero hay pocos capitanes como el serbio, capaz de salir a flote y encontrar el rumbo adecuado hasta en las peores tormentas. El Barça se volvió de madrugada a Barcelona con la serie de cuartos empatada y con la ventaja de campo en la mochila. Si gana los dos próximos partidos en el Palau (miércoles y viernes) se clasificar­á para la final four por primera vez en cinco años. Así de fácil. Así de complicado.

Si algo no se hubiera perdonado el Barça hubiera sido volver a empezar con mal pie el choque. Si el miércoles no logró mandar en el marcador ni una sola vez, ayer a los cuatro segundos del salto inicial Blazic ya ponía a los azulgrana por delante.

La lección parecía bien aprendida, aunque las líneas maestras seguían caminando por los mismos derroteros, los favoritos de Pesic: defender hasta al asfixia. Dejar al Efes rozando los 70 puntos por segunda noche consecutiv­a es una de esas cosas que dibuja una sonrisa en el rostro del serbio. “Me gusta que los planes salgan bien”, debió pensar.

Salvo un tramo en el segundo cuarto y otro en el tercero, el Barça dominó el partido en el marcador y en el parquet. Marcó el ritmo que mejor le convino y el Efes no tuvo respuesta, de nuevo muy inferior en el rebote y muy desacertad­o en el tiro exterior. Decisivo en el primer envite, Micic se encontró esta vez a un Hanga soberbio, barrera infranquea­ble la del húngaro, al que las piernas y la muñeca también le alcanzaron para acabar como máximo anotador azulgrana con 17 puntos. Un partido total de uno de esos jugadores que llenan a Pesic.

El encuentro se convirtió en una batalla preciosa, dibujada eso sí a gusto del Barça, lo que le daba la iniciativa. Pocos lugares como Estambul para acoger un combate de este nivel. Aunque las murallas de Constantin­opla hace siglos que están destruidas, la capacidad de resistenci­a de los turcos sigue siendo encomiable, envuelto el Sinan Erdem de una bandera roja, cantando la grada una marcha militar para intimidar. Pero escuchar los gritos de Pesic casi a diario supone el mejor antídoto contra cualquier ambiente.

Más allá del agónico final, el Barça atravesó el momento más crítico de la noche en el tercer cuarto. Controlado Micic, Larkin amenazó con volver a disfrazars­e de Jordan, como en la fase regular, firmando 10 puntos en ese tramo y volteando el marcador para dar la primera ventaja el Efes desde el minuto inicial (52-47, min 26). Fueron momentos en los que el Barça parecía perdido, incapaz de mirar a canasta con claridad. Tampoco ayudó el arbitraje, impecable en los dos primeros partidos salvo en el tercer cuarto de ayer, incapaz Latisevs –y sus compañeros– de pitar una sola falta al Efes en casi nueve minutos. Las dos canastas que firmó Heurtel en ese tramo fueron decisivas para mantener a su equipo en el partido, aunque quedaran sepultadas por lo que vendría luego.

El Barça recuperó el mando justo antes del tercer bocinazo gracias a un triple de Smits. Pero las fuerzas parecían muy igualadas y se había dibujado un último parcial espectacul­ar, no apto para corazones débiles. La tensión también alcanzó la pista. Efes y Barça tardaron casi tres minutos en anotar su primera canasta en el último cuarto. Cada punto iba a requerir sangre, sudor y segurament­e lágrimas. La victoria se iba a decidir por detalles. Los azulgrana jugaban con otra pequeña carta a su favor, el cansancio del Efes, un equipo con menos rotación que el barcelonis­ta, obligado Ataman a exprimir a cuatro de sus titulares con más de 30 minutos en el primer partido por ninguno Pesic.

Un tiro libre de Tomic igualaba a 72 con poco más de un minuto por jugarse. Pero en la batalla defensiva que se trazaba en esos instantes finales, el Barça tenía las de ganar. De hecho, el Efes no anotó un solo punto en los tres últimos minutos de partido y a los azulgrana les bastó un canasta de Hanga, guinda perfecta para su brillante noche, para sellar un triunfo agónico, que no se cerró hasta que sonó la bocina tras la última posesión fallida de los turcos.

Ganar un partido en Estambul era el gran objetivo de un equipo como el Barça, que vuelve a competir como los mejores. Vitoria está un poco más cerca, pero sigue muy lejos.

CAMBIO DE GUION

Después de no mandar en todo el primer partido, el Barça se puso ayer por delante a los 4 segundos

PARTIDO PARA ENMARCAR

Hanga no sólo fue el máximo anotador barcelonis­ta sino que frenó a Micic, principal arma turca

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SEDAT SUNA / EFE El pívot del Barcelona Ante Tomic trata de superar la oposición de Dunston, ayer en Estambul
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