“Dentro de quince años no quedará ni un rinoceronte”
Dani Serralta, guía de safaris proteccionistas en África
Tengo 43 años. Nací en Barcelona y vivo en Livingstone (Zambia). Organizo safaris fotográficos y viajes de aventura en África. ¿Pareja, hijos? No doy pistas sobre esto. ¿Política? Bondad, justicia. ¿Creencias? Bondad, justicia. Ayudo a proteger a los animales salvajes contra los cazadores
Qué tiene África? Valores. ¿Qué valores? Empatía, honor, relaciones humanas, respeto a los ancianos... Aquí... estáis todos locos. Pero usted es de aquí.
A los 21 años empecé a viajar, movido por una intensa curiosidad, y ya no se vivir aquí.
¿Dónde estuvo?
Europa, Asia, Sudamérica... Y con 28 años crucé toda África, desde Ciudad del Cabo hasta El Cairo. Volví a a Barcelona y sentí que quería vivir en África. Y allí vivo.
¿Cómo vive?
Feliz: he encontrado mi propósito en la vida.
¿Y cuál es?
Proteger a animales salvajes amenazados.
¿Amenazados por quién?
Por los cazadores, legales o furtivos. Entre unos y otros, si no les frenamos, acabarán con la vida salvaje en África.
¿Y cómo les frena usted?
Colaboro con los rangers de los parques naturales de Namibia, Zimbabue y Botsuana.
¿Qué son los rangers?
Soldados destinados a vigilar parques: persiguen y detienen a los cazadores furtivos. Yo
les imparto instrucción, les consigo material, les acompaño en batidas...
¿Instrucción?
He sido guía muchos años y conozco el comportamiento de elefantes, rinocerontes, cocodrilos, leones, guepardos...
¿Y detienen a cazadores furtivos?
Menos de los que querríamos: cada día en África esos furtivos matan a cientos de animales salvajes, en beneficio de las mafias.
¿Qué mafias?
De origen asiático, la mayoría. El 80% de los cuernos de rinoceronte viajan a Vietnam, allí les atribuyen virtudes como vigorizante sexual, antiartrósico y anticancerígeno.
¿Con algún fundamento científico?
¡Ninguno! El cuerno de rinoceronte es queratina, igual que tus uñas: consumir cuerno de rinoceronte es como morderte las uñas.
Habrá que convencer a los vietnamitas.
Sí, porque causan la muerte de mil rinocerontes al año en África: ¡cada día, tres rinocerontes! Los encuentro muertos, desangrados, sus cuernos arrancados a hachazos... ¡No quedará ni un rinoceronte en 15 años!
¿Está anunciándome su extinción?
El último medio siglo ha visto desaparecer el 98% de la población de rinocerontes: llevan 50 millones de años en la Tierra, y les quedan sólo 15 años... Y 25 años a los elefantes.
¿Tantos elefantes matamos?
Cien elefantes al día, entre cazadores furtivos... y legales. ¡Qué vergüenza!
Parece mentira que aún se permita cazar elefantes...
Los cazadores españoles han sido los segundos más numerosos en África, tras los estadounidenses, aunque hoy son los cuartos.
Quizá influyó el caso del rey emérito...
Desde tu página me atrevo a hacerle una sugerencia al rey Felipe VI, que es medioambientalista: haga un gesto contra la caza de elefantes, y eso... ¡qué inmenso bien haría!
¿Con un simple gesto?
Sí, lo hemos visto con una campaña de Marc Márquez contra la caza de elefantes: ¡ha tenido impacto mundial! Tanto, que han descendido los safaris de caza en África.
¿Qué le gustaría que dijese el Rey?
Cada cazador legal invierte 45.000 euros en matar un elefante o un león: si se destina esa cantidad a equipar a los guardias, darles drones, cámaras, mejorar parques... ¡salvaríamos las vidas de miles de animales salvajes!
¿Qué otro animal está en peligro?
En lo que va de 2019 han sido decomisadas en África ¡40 toneladas! de escamas de pangolín, consideradas medicinales en Asia. Los furtivos matan y pelan a los pangolines.
¿Qué perfil tienen esos cazadores furtivos africanos?
Son jóvenes humildes locales, que suelen ir en grupos de tres. El cuerno de rinoceronte cuesta 100.000 dólares el kilo: el furtivo se lleva 5.000 euros, y con eso ayuda a toda su familia durante un año. ¡Hay que lograr que el animal vivo les rente más que muerto!
¿Tiene alguna idea al respecto?
Lo que hizo Dian Fossey con los gorilas: hoy, el parque de Virunga renta millones de dólares anuales a los estados de Ruanda y Congo, que venden pases de visita a turistas, y así crean empleos de los que viven guías, guardeses, hosteleros, restauradores...
¿Antes se cazaba a los gorilas?
Se pagaba por un cenicero de mano de gorila... Y por un taburete de pata de elefante. Y adornos labrados en colmillos de elefante. Y cabezas de guepardo o león como trofeo, y se hacían alfombras con sus pieles...
A Dian Fossey su lucha proteccionista le costó la vida, ¿verdad?
Un cazador furtivo de alguna mafia la macheteó en su cabaña. A mí también me apuñalaron en el abdomen, una noche...
¿Le apuñalaron?
Sí, me asaltaron unos tipos. Me dieron por muerto. Por poco... Las mafias saben que conciencio a mis viajeros y que colaboramos en proyectos de protección de animales salvajes. Eso no les gusta. Pero esta es mi vida, la vida que yo quiero vivir. Ser rico es muy difícil, y yo he elegido lo fácil: ser feliz.