Jxcat abre el debate sobre la presencia de los presos en sus listas del 10-N
Una inhabilitación del Supremo forzaría el relevo de Sànchez, Turull y Rull
La sentencia del juicio del procés, en el prólogo de la campaña electoral, marcará inevitablemente la carrera al 10 de noviembre. En el contenido, probablemente, en sus protagonistas, seguro. Y es que las dos formaciones independentistas catalanas en el Congreso, ERC y Jxcat, se verían obligadas a variar su alineación en caso de una sentencia condenatoria que inhabilite a Oriol Junqueras (Esquerra), Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull (Jxcat).
Así lo admitió ayer la líder de los posconvergentes en Madrid, Laura Borràs, quien en una entrevista en Ràdio 4 señaló que, a su juicio, “en estas elecciones, a punto de ser inhabilitados, sería mejor que los presos no formaran parte de la contienda electoral”. Posteriormente, Borràs matizó sus palabras y recalcó que la decisión final “corresponde” a los presos, que tendrán su “apoyo” acuerden lo que acuerden. De hecho, y pese a deslizar que los presos “están ahora muy, muy centrados en la sentencia”, sugirió que la decisión final se tomará tras reunirse con Sànchez, Turull y Rull en la cárcel de Lledoners.
El calendario da poco margen: una fecha es inamovible, el 15 de octubre, cuando el BOE publicará las candidaturas electorales. La otra es orientativa, los primeros quince días de octubre cuando se hará pública la sentencia.
Con todo, el debate ya está abierto. Desde la filas de Jxcat se asume que el escenario más previsible pasa por una sentencia que conlleve la inhabilitación para cargo público de Sànchez, Turull y Rull. Un marco que impediría su presencia en las listas. Sin embargo, a la espera de un fallo que los posconvergentes exigen que sea absolutorio, todavía no se quiere cerrar la puerta, al menos públicamente, a repetir un ticket electoral que Sànchez lideró por Barcelona, Turull por Lleida y Rull por Tarragona. Tres nombres que, como en el caso de Junqueras, obtuvieron escaño, aunque después fueron suspendidos por la Mesa del Congreso, lo que provocaba que a la postre Jxcat operara con sólo cuatro de sus siete diputados.
Parece claro que habrá baile de nombres en las listas de Jxcat, pero todavía no se sabe quién saldrá a la pista. Descartado Carles Puigdemont, quien ya aparcó una futurible investidura en el Parlament para centrarse en defender el acta de eurodiputado, quedan dos vías: fichar nuevos nombres, dando protagonismo al espacio de independientes de Jxcat, o correr la lista del 28-A, lo que con unos resultados parecidos a los de abril, daría mayor peso a figuras ligadas al PDECAT como Ferran Bel, Concepció Cañadell y Ramon Tremosa –que entonces se quedaron a las puertas de entrar– e incorporar a líderes municipales conocidos y que forman parte de la estructura política. Una discusión sustancial en un otoño en el que el universo posconvergente pretendía reordenar su espacio político.
Esquerra defiende la vigencia de la candidatura de Junqueras hasta el fallo del juicio del ‘procés’
“Gestionar la diversidad siempre es muy complicado..., pero también muy enriquecedor”, apuntaba Borràs tras dejar claro que el mayor ascendente en las decisiones de Jxcat lo retienen Puigdemont y el president Quim Torra.
Menos debate hay en el seno de ERC. Los republicanos insisten en un mensaje mil veces repetido: su presidente, Oriol Junqueras, seguirá liderando sus listas electorales para denunciar la represión. Siempre que pueda, puntualizan, mientras aguardan la sentencia del Supremo. En todo caso, Junqueras al margen, el resto de la candidatura republicana está relativamente consolidada y se prevén pocos cambios. La voluntad de Esquerra es formalizar lo antes posible su lista electoral para driblar el debate sobre una lista unitaria que Jxcat está siempre dispuesto a poner encima de la mesa. “Deberíamos ser capaces” ya defendió ayer Borràs.
Debate cerrado en ERC, debate abierto en Jxcat. Y es que los dos partidos parten de puestos de salida muy distintos en su carrera hacia el 10-N. Los republicanos vienen de cosechar su mejor resultado en unas generales, los posconvergentes de sufrir sus peores cifras. Sin embargo, la sentencia lo puede agitar todo. Nombres y números.