Limitación del gasto y cultura
ELmuseunacionald’artdecatalunya(mnac) deberá recortar este año su gasto en unos 900.000 euros. Esta es una cantidad ligeramente inferior a la que el año pasado, ya descontados los gastos generales, pudo dedicar a exposiciones temporales –algo más de un millón de euros–. Es decir, la entidad habitualmente definida como el buque insignia de la red museística catalana va a dejar de ingresar una cifra equivalente a la que utiliza para expresar su vitalidad y atraer al público que ya conoce sus colecciones de arte románico, gótico, moderno, etcétera.
Este recorte de 900.000 euros se inscribe en la política de limitación del gasto de las empresas públicas anunciada por el Govern a principios de agosto, y cifrada en el 6% de lo previsto. Dicha limitación afecta a entidades y organismos de todo tipo, y responde al deseo de la Generalitat de cumplir el objetivo de reducción del déficit al 0,1%, siguiendo la línea de los dos ejercicios anteriores, 2017 y 2018, en los que, respectivamente, se cumplieron los objetivos del 0,6% y el 0,4%. Para Pere Aragonès, vicepresidente del Govern y conseller de Economia i Hisenda, el cumplimiento de los objetivos de gasto, deuda y déficit es irrenunciable, porque sólo si se materializa podrá la Generalitat volver algún día a los mercados financieros con el objetivo de emitir su propia deuda (ahora con la misma calificación, por cierto, de los bonos basura).
Desde la Generalitat, que paga alrededor del 35% del presupuesto del MNAC –las otras aportaciones públicas corresponden al ministerio y al Ayuntamiento–, suelen atribuirse las limitaciones de gasto a la asfixia económica que sufren las autonomías. Y desde el Gobierno central se recuerda que le vetaron los presupuestos, que está en funciones y que no puede transferir a las comunidades los 4.709 millones adeudados. Sin olvidar los hachazos que previamente propinó la crisis.
Todos estos argumentos tienen, ciertamente, su fundamento. Pero no podemos perder de vista otro argumento decisivo: el porcentaje de su presupuesto que la Generalitat dedica a cultura ronda el 0,8% del total. En diversos países europeos, el gasto en cultura alcanza el 2% del presupuesto anual del Estado, más del doble de lo que se destina a este capítulo en Catalunya. He aquí una diferencia sustancial y no atribuible sino a las prioridades del Govern. Si la limitación del gasto en curso repercutiera sobre un sector cultural público catalán receptor del 2% del total del presupuesto –o del 1,5% o del 1,2%–, una institución de cabecera como es el MNAC no se hallaría ahora en una situación tan precaria y suspendiendo parte de su ya parca programación.