Extrema majestuosidad
Downton Abbey
Dirección: Michael Engler Intérpretes: Hugh Bonneville, Maggie Smith, M. Dockery Producción: Gran Bretaña, 2019. Duración: 123 minutos. Drama
Todavía no conocíamos el color en la caja tonta cuando nuestra televisión jurásica nos descubrió el lujo, la majestuosidad de las series inglesas de época: La saga de los Forsyte, interpretada por Kenneth More. Tiempo después vendrían otras, como Arriba y abajo o Regreso a Brideshead, que derretirían retinas con su esplendor aristocrático. Y, recientemente, las seis temporadas de Downton Abbey, la serie creada y escrita por Julian Fellowes, guionista ganador de un Oscar por la película Gosford Park, de Robert Altman, de premisa muy similar. Ahora Downton Abbey salta a la gran pantalla con prácticamente el mismo reparto, un director que ya firmó cuatro episodios televisivos y, como base argumental o mero macguffin, la visita del rey Jorge V y la reina María al imponente castillo de la familia Crawley. Situaciones dramáticas y situaciones cómicas se encadenan y precipitan tanto entre la fauna noble como entre el servicio. Particularmente emotivo es el regreso del mayordomo Carson, ya retirado, para poner orden en el gallinero, y muy divertido su enfrentamiento con el engreído mayordomo enviado por la casa real. Y memorable el duelo de amor y odio entre Violet Crawley, condesa de Grantham, y Lady Bagshaw (personaje que no aparecía en la serie), dos composiciones formidables de las venerables Maggie Smith e Imelda Staunton. Producto sólido, de minuciosa reconstrucción, tan académico como su precedente televisivo, Downton Abbey es como un Rolls-royce: lo miras y lo admiras, pero no te lo llevas a casa. /