“Hasta ahora éramos una banda muy naif ”
Jack Lawrence-brown, batería de White Lies, que tocan hoy en Barcelona
Este verano tenían previsto presentar por estas latitudes su reciente álbum Five, pero el traslado y la posterior suspensión del Doctor Music Festival imposibilitó el anhelo de sus no pocos incondicionales. Ahora, esta noche (Bikini, 23 h), y a través de la misma promotora barcelonesa, el trío británico aterriza en la capital con una propuesta sonora más audaz y, sobre todo, confeccionada cien por cien por ellos mismos. El batería de la banda,
Jack Lawrencebrown, desgrana el momento dulce por el que pasa el combo.
En el nuevo disco que están presentando, White Lies apuesta por unos caminos sonoros novedosos. ¿Cuál está siendo hasta ahora la reacción del aficionado?
La gira es de presentación de Five , en efecto, y tocamos buena parte de su contenido lógicamente. Y la verdad es que creemos que la reacción está siendo hasta ahora bastante buena, lo cual no lo teníamos muy claro al empezar esta gira. Pero bueno, además de los seis o siete temas de Five,
al final, siempre deseamos acabar tocando lo que creemos que la gente desea oír esa noche, es decir, y aunque quede mal decirlo, nuestros clásicos.
¿Cómo han cambiado como grupo desde aquellos inicios, desde aquel primer álbum To lose my life?
Sobre todo en los últimos tres o cuatro años creemos que hemos dado un salto hacia adelante muy importante tanto como músicos y también como personas, y eso se ha reflejado en nuestros dos últimos discos, y es que nos hemos sentido como un grupo muy profesional. Hemos sabido lo que teníamos entre manos cuando entrábamos al estudio, hemos tenido más control y la sensación de que lo que estábamos haciendo era lo nuestro. Hasta ahora éramos una banda muy naif, estábamos aún aprendiendo y de hecho hacíamos lo que la gente decía que teníamos que hacer.
¿Eso explica también que cuando comenzaron a grabar los temas del nuevo álbum Five no tenían sello discográfico?
Sí, vimos una oportunidad para hacer exactamente lo que queríamos hacer sin ataduras como hasta ahora. Teníamos fondo económico para hacerlo, y la verdad es que eso es todo lujo, porque creo que muy pocos de nuestra onda se lo pueden permitir. Fue todo un experimento pero ha salido bien.
¿Qué es lo que diferencia en su opinión a nivel sonoro este álbum de los hasta ahora publicados?
Sobre todo que cuando comenzamos a componerlas y luego a grabarlas no lo hicimos con una lista de sonidos que queríamos que entrasen en ese disco. En este caso decidimos que cada canción sonase como le diera la gana. Supongo que esto es resultado también de la confianza que tenemos ahora tras diez años como banda.
A White Lies se le ha solido comparar con bandas de los ochenta. ¿Por qué?
Cuando éramos jóvenes, con 19 o 20 años, encontrábamos frustrante que nos comparasen siempre con Joy Divison, por ejemplo, cuando no teníamos nada similar con ello. Nos podíamos comparar más con, a nivel de sonido, Tears for Fears o Talk Talk, pero ahora todo eso ya no tiene mucho sentido, la verdad. Aunque, eso sí, Talking Heads siempre han sido nuestra referencia hasta el presente. El espectáculo de Stop making sense ha sido vital para nosotros.